Si te gusta el cine probablemente hayas visto alguna de las películas de la saga de Piratas del Caribe o si tu pasión es la ópera, probablemente hayas disfrutado de la ópera de Richard Wagner titulada originalmente El buque fantasma. O incluso si eres un ávido lector habrás leído La isla del Tesoro de Robert Louis Stevenson.
Quizás te preguntes a qué viene un comienzo tan extraño...la respuesta es que estas tres obras han surgido a raiz de una leyenda que surge en el siglo XVII, pero profundizando un poco llegamos a la conclusión que esa leyenda ha tenido protagonistas reales, históricos y que, si bien algunas partes puedan ser leyenda, parece ser que ocurrió en la realidad.
En las oscuras y embravecidas aguas del océano, navega una de las leyendas más cautivadoras de todos los tiempos: la del Holandés Errante.
Esta historia, llena de misterio y tragedia, ha fascinado a marineros y narradores de historias durante siglos.
Cuenta la leyenda que el Holandés Errante es un barco fantasmal condenado a vagar eternamente por los mares. Su destino está marcado por una maldición que lo condena a surcar las olas en busca de redención.
La historia más conocida cuenta que el capitán, llamado Van Der Decken o Vanderdecken, juró que cruzaría el Cabo de Buena Esperanza sin importar las circunstancias. Enfrentado a una tormenta feroz, desafió a Dios y a la naturaleza. Como castigo por su arrogancia, fue condenado a navegar eternamente.
Según la historia, el capitán del Holandés Errante hizo un pacto desesperado con el diablo en un momento de angustia. A cambio de salvar su barco de la perdición, el capitán selló un trato que sellaría el destino de su tripulación y el suyo propio.
Según algunas fuentes, la leyenda podría estar basada en el capitán holandés Bernard Fokke, famoso en el siglo XVII por lograr inusitadas velocidades de crucero en sus travesías entre Holanda y Java. Tales eran sus proezas al timón que muchos de sus coetáneos lo atribuyeron a un eventual pacto con el diablo.
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