jueves, 24 de junio de 2021

Una de series: Bad Blood. Relato descarnado de las luchas intestinas de la mafia en Montreal.

Estos días acabo de terminar la segunda y última temporada de la producción canadiense Bad Blood, literalmente mala sangre, que cuenta lo ocurrido en las principales capitales canadienses a finales de los años 90 del siglo pasado y las dos primeras décadas del XXI. 

La serie está muy bien facturada. Resulta muy realista y con los continuos flashbacks, los guionistas nos van ubicando la realidad de cada uno de los protagonistas.

Hablando de protagonistas, me ha llamado mucho la atención el actor canadiense Kim Coates, al que no conocía en un rol tan impresionante.

El otro papel principal recae en el actor australiano Anthony Lapaglia, otro peso pesado en la interpretación.

Si tienes un hueco te recomiendo que le des una oportunidad. Te va a encantar y a través de solo dos temporadas conocerás de primera mano lo que aconteció con el crimen organizado de Montreal.

A mi me gustó mucho y prácticamente vi la serie sin demasiados parones. Aunque hay gustos para todo y es posible que haya alguien que no le sorprenda. Mi recomendación es que le des una oportunidad y veas un par de capítulos. Después, obra en consecuencia. 

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