El lunes por la mañana me levantaba temprano y lo primero que vi en las noticias fue el fallecimiento de uno de los grandes de la música norteamericana, del jazz, del soul, del godspel y del arte en general.
Al Jarreau es uno de esos músicos que más me influyó a lo largo de los años. He ido descubriendo su trayectoria desde hace años y me ha seguido maravillando todo lo que iba conociendo de él. Hace unos años incluso tuve la suerte de conocerlo personalmente cuando ofreció un excepcional concierto en Las Palmas de Gran Canaria en el festival de Jazz que disfrutamos cada verano en las islas.
Me encontré con una persona muy afable, muy buena gente, muy asequible y fuera del divismo que parece que va implícito a algunos artistas reconocidos y de renombre. Fue muy entrañable. Conversamos unos minutos e incluso me grabó un indicativo para Radio Esperantia. Una gran persona.
Él nació en Milwakee, en el Estado de Wisconsin, en el norte estadounidense. Su verdadero nombre era Alvin López Jarreau y, aunque familiarmente siempre ha estado muy unido al mundo musical, comenzó su trayectoria artística bastante tarde. Hasta los 35 años no grabó su primer disco. Era psicólogo desde el año 1962 y ejerció en Utah y San Francisco ofreciendo ayuda a personas con problemas.
No sabría decidirme por alguno de sus discos porque todos ellos son verdaderas obras maestras. Si no lo conoces mucho, te recomiendo que vayas navegando por su discografía porque seguro que encuentras temas y discos que te encantarán.
Una gran pérdida para los amantes de la música y del arte, pero la vida continúa y al menos nos sigue quedando todo su amplio legado que podremos seguir disfrutando.
La imagen de Al Jarreu, la encontré en la Wikipedia.
¡Desansa en paz!
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