Llegamos un año más a la noche señalada del año por excelencia. Una noche en la que celebramos que hace 2016 años nació en Belén un niño que se convertiría con el paso de los años en un referente para buena parte del mundo civilizado y cuyas enseñanzas, apoyo y sendero ha contribuido a que la civilización occidental sea lo que es hoy a pesar de que muchos quieran acabar con ella desde dentro y desde fuera. Es un vano intento porque no lo van a conseguir.
En un año y en una época en la que los valores occidentales están cada vez más en entredicho, es bueno celebrar esta noche, seas o no creyente. Yo reconozco que no soy uno de los modelos a seguir y soy más bien agnóstico, pero con lo que estamos viendo es fundamental contribuir a la unidad de todos los cristianos para poder seguir preservando los valores que con tanta sangre, sudor y lágrimas hemos conseguido y para que nunca nos los roben.
A todas las personas de buena voluntad y de bien, les deseo Feliz Navidad.
La imagen es una foto de mi humilde nacimiento. Para que veas lo mal que están las cosas, le he tenido que poner un templario para que se encargue de la vigilancia y que luego no haya nada que lamentar. Es una figura que adquirí en el Castillo de Loarre en Huesca.
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