Cada día me sorprende más las aplicaciones que se están poniendo en marcha con la energía límpia: solar, eólica, mareomotriz, etc, que están contribuyendo poco a poco a quitarnos el yugo de las energías fósiles, contaminantes y generadoras de mil y un problema.
Circulando por las carreteras de Canarias empiezo a ver, de forma muy esporádica desgraciadamente, puntos de luz o de señalización que con un mecanismo simple y aislados de la red eléctrica convencional, proveen la energía suficiente para funcionar de forma autónoma. Con todo el excedente de sol y de viento que tenemos en las islas, si esta iniciativa no se quedara en algo testimonial y empezara a incorporarse en serio en nuestras vías, con el paso del tiempo el ahorro en energía y en contaminación creo que valdría el esfuerzo, pero me da que por estos lares, los políticos están más preocupados en cubrir las vacantes de los consejos de administración de las compañías energética que de mirar por los ciudadanos y el bien común.
Hoy te traemos otro significativos avance, no en si, por la tecnología que no es nueva, sino por su aplicación en algo que es común en los tejados de nuestras casas, las humildes tejas que todos conocemos y que jalonan la mayoría de edificios de nuestro país.
En síntesis se trata de mini placas solares incrustadas en las tejas que, dotadas de materiales que multiplican la eficiencia en la captación de la luz del sol, proveen de energía a cualquier tipo de hogar.
Quizás el precio sea uno de los obstáculos en un primer momento, porque el coste, como imaginarás el algo más elevado que el de las tejas convencionales, pero con la implementación de nuevas técnicas y elementos, los precios ya no son tan desorbitados y, según aseguran, en unos cuantos meses se amortiza la inversión.
La imagen y la información la encontré en Mi energía gratis.
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