Comienza una nueva temporada tenística en Melbourne y como cada año es un excelente momento para analizar las posibilidades de todos los que optan y optarán a lo largo de este 2015 a llevarse los principales torneos.
De un tiempo a esta parte he observado que en el tenis masculino actual existe un ramillete de tres o cuatro jugadores que están en otro nivel y da la impresión de que juegan en una liga diferente y el resto.
Salvo contadas sorpresas, Djokovic, Federer, Nadal y quizás Murray sigan acaparando los cuadros finales. Se notan unas diferencias abismales entre el top 5 y el resto y ahora mismo entrar en esa élite, bien sea por la diferencia abismal de juego o por razones que desconozco, es únicamente patrimonio de esos pocos elegidos.
Durante la pasada temporada 2014 estuve analizando los torneos grandes y, al margen de lesiones e incomparecencias o no asistencias, fuera del ámbito meremente tenístico, el balance es simple. En la ATP están los 4 mejores y luego el resto a una considerable distancia.
En cuanto a estos cuatro, Nadal llega después de sus operaciones y su puesta a punto y no está rodado como el resto. De momento el primer partido lo saldó con superioridad, pero a partir de aquí, para un jugador que no está con el ritmo de juego que requieren este tipo de competiciones.
A Djokovic lo veo tan intratable como los dos últimos años y será difícil que no llegue a la final. Está desarrollando un juego espectacular, demoledor y, lo que es más importante, una regularidad durante la mayor parte del año que nos impide pensar en alguna duda en cuanto a su rendimiento.
Federer siempre es una incógnita. Cuando muchos ya lo daban por acabado hace algunos años, resurgió de sus cenizas y sigue mostrando el buen tenis que acostumbra. Quizás el paso de los años le esté empezando a pasar factura en los partidos largos, pero es un elemento a tener en cuenta también este año.
Murray es desde hace años el eterno aspirante a todo y está avanzando, pero bajo mi punto de vista, todavía le queda ese plus para llegar a codearse con las élites en finales y semifinales de los grandes con algo más de regularidad.
Creo que, salvo sorpresas mayúsculas, la final contará con dos de estos cuatro tenistas, aunque en el caso de Nadal, quizás la sorpresa sea la contraria, que con su actual ritmo, consiga llegar a la ronda final.
Todo esto lo veremos en los próximos días y seguramente y, tal como suele suceder, la emoción y los grandes partidos, serán los testigos de nuevas hazañas en las pistas de Melbourne.
La imagen la encontré en la página del Australian Open 2015.
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