Me ha sorprendido enormemente la entrevista que ha publicado la BBC a un niño de 13 años, cuya ilusión y máxima aspiración es convertirse en un terrorista del Estado Islámico. Por lo que veo no es un caso aislado y cada cierto tiempo nos enteramos de que padres psicópatas, idiotas, gilipollas o todo al mismo tiempo, lavan el cerebro de sus hijos para que se conviertan en muertos idiotas o gilipollas como ellos lo antes posible.
Ahora mismo como periodista dudo si es acertado difundir este tipo de contenidos. Por un lado muestras la barbarie de unos desalmados que no se lo piensan dos veces a la hora de sacrificar a sus hijos y privarles de la infancia, pero por otro, estás enseñándole el camino a la legión de cretinos que están esperando la más mínima indicación para unirse a la barbarie, al sinsentido y a joderle la vida a toda la civilización.
No sé qué pretende la BBC a la hora de difundir este tipo de contenidos, pero bajo mi punto de vista, no creo que ofrezca algo más de información sobre las barbaridades que ya conocemos de estos desalmados y miserables.
Claro que en Occidente se usan tantas varas de medir distintas que cabe todo. Desde mantener como aliado en la OTAN a un país como Turquía que facilita combatientes, fondos, hospitales y armas a los terroristas o bajarse los pantalones ante las dictaduras medievales pederastas del Golfo, cuya contribución al terrorismo internacional se ha probado cientos de veces e incluso ellos mismos lo han confesado en varias ocasiones.
La guerra será larga, pero con toda seguridad la civilización volverá a vencer a la barbarie y los niños idiotas del futuro probablemente ya no querrán ser terroristas y quizás quieran ser cirujanos, investigadores o arquitectos.
La imagen del niño gilipollas del Estado Islámico entrevistado por la BBC y otro tantos gilipollas del IS camino del paraíso a través de un billete facilitado por los defensores de Kobane, las encontré en la BBC y en Google.
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