Desde siempre me ha interesado la información acerca de Oriente Medio y sus derivadas, que son muchísimas, como bien sabes, pero en el caso de Israel y Palestina, siempre que surge alguna noticia me imagino entrar nuevamente en el día de la marmota, donde acercamientos para llegar a la paz se ven enturbiados por atentados, asesinatos, odio y vuelta a empezar.
En las últimas horas 2 terroristas armados con cuchillos, hachas y pistolas entraron en una sinagoga y se llevaron por delante a 4 rabinos y un policía, al que ya se le considera un héroe, por su actuación que salvó la vida a decenas de personas, según cuentan los testigos. Los dos asaltantes fueron abatidos.
Cuando Europa y varios de sus parlamentos quieren acercar posiciones para reconocer a Palestina como Estado, España incluida, dirigentes de Hamas, que gobiernan con mayoría en Gaza, aplauden y brindan por estos hechos cometidos contra población civil, mientras Al Fatah, que gobierna en Cisjordania, donde se encuentra Jersusalen, intentan, sin mucho éxito por lo que observo, que la violencia no sea moneda de cambio ni el pan nuestro de cada día.
Cada día que pasa estoy más desesperanzado sobre la resolución de este conflicto que ya se empieza a tornar infinito.
Cuando escribo sobre esta guerra ya endémica entre palestinos e israelíes intento ponerme en el lugar de cada uno y pensar de forma equidistante, aséptica y sin prejuicios de ningún tipo. A veces lo consigo y otras no, pero haga lo que haga, siempre vuelvo a la posición inicial donde la intransigencia es la ganadora absoluta mientras la sangre sigue corriendo en ambos bandos y no se atisba una solución cercana ni siquiera a medio plazo.
Los unos reclaman su tierra y los otros no quieren cederla porque, cuando lo han hecho, no han recibido más que atentados e inseguridad, lo que provoca que sigan apropiándose de más tierras en detrimento de los otros y el fundamentalismo no deja de crecer en ambos bandos.
Lo del crecimiento de la tensión en el titular no lo he puesto de adorno ni es gratuito porque las últimas informaciones hablan de que Israel ha eliminado muchas de las trabas para que sus ciudadanos puedan portar armas, con lo que el cóctel explosivo está casi asegurado.
La imagen de la puerta de la sinagoga que ayer sufrió el atentado la encontré en Google.
Lo del crecimiento de la tensión en el titular no lo he puesto de adorno ni es gratuito porque las últimas informaciones hablan de que Israel ha eliminado muchas de las trabas para que sus ciudadanos puedan portar armas, con lo que el cóctel explosivo está casi asegurado.
La imagen de la puerta de la sinagoga que ayer sufrió el atentado la encontré en Google.
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