Este fin de semana hemos asistido a todo un terremoto político tras el recuento de las Elecciones Europeas 2014. Los partidos de la casta, de la secta, del turnismo y de la corrupción institucionalizada han perdido apoyos y se han dejado más de la mitad de los votos obtenidos en las últimas europeas. A otras formaciones de la casta como IU, que apuntala ahí donde lo necesita al mortecino PSOE, no le ha ido del todo mal, si se obvia el ascenso de Podemos, que le ha quitado buena parte de sus apoyos.
Los nacionalistas de la casta se han mantenido o han aumentado sus votos y sin lugar a dudas el protagonista de la jornada ha sido Pablo Iglesias al frente de Podemos que con apenas 3 meses de vida, se han alzado con 5 actas de eurodiputado, sólo una menos que IU, y en muchas ciudades constituyéndose como la tercera fuerza política tras la PEPOE.
Es una suerte que en este país casi nadie se lea los programas electorales de cada formación y que se vote más en plan hooligan, porque, teniendo en cuenta la llegada de Pablo Iglesias, líder de Podemos, cuyo máximo merito está en haber salido en televisión sin solución de continuidad, es de suponer que si Belén Esteban, por citar un ejemplo conocido, hubiera decidido crear otro partido y presentarse, hubiera conseguido casi el mismo resultado o incluso más eurodiputados.
El programa de Podemos contiene un buen número de puntos en los que todo el mundo está absolutamente de acuerdo, algunos rozan la utopía y otros son irrealizables, pero el mensaje está ahí y ha calado en una mayoría de votantes que están ya cansados de lo que hay, de que les sigan robando y de que no haya nada algo más potable en el horizonte. No me parece mal la irrupción de esta formación y creo que para el resto deberá servir como ejemplo; tanto para saber cómo hay que plantear una campaña, como para lo contrario.
Pablo Iglesias y los suyos le han robado una buena tajada de votantes a los partidos clásicos de la izquierda y están llamados a protagonizar futuros cambios. A la derecha el PP no tiene a nadie que le haga sombra hasta que salga una alternativa real a su ideario caduco, trasnochado y vacío del que llevan viviendo hace años.
El señor Faisán, tras el varapalo sufrido, ha decidido marcharse y ya ha convocado un congreso extraordinario en Julio del que saldrá el heredero de los escombros del PSOE, una de las formaciones que más ha contribuido en nuestro país a que hayamos llegado a donde estamos.
Los próximos meses serán interesante y habrá que seguirlos con detenimiento, pero una cosa está clara: el bipartidismo de la corrupción ha sido herido de muerte para regocijo y alegría de todos los que no pertenecemos a la casta.
En Europa los resultados también nos han ofrecido sorpresas mayúsculas con el ascenso de la extrema derecha y extrema izquierda al norte y al sur respectivamente. Creo que en términos generales los europeos estamos ya cansados de un sistema de hacer política que se ha olvidado completamente de los ciudadanos y que está en manos de las grandes corporaciones y los bancos y que utiliza a los políticos como meras marionetas para sus propósitos dejando la democracia totalmente al margen. A mi la irrupción de la extrema derecha no me preocupa tanto, me preocupa más la extrema progrez que se ha instalado en Europa y que ha convertido nuestro viejo continente en una verdadera cloaca de corrupción, inseguridad, conflictos varios y caos.
La imagen corresponde a los resultados de ayer en las Elecciones Europeas 2014
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