El titular puede sonar a censura a limitación de la libertad de expresión a retrocesos en el ámbito de las libertades y a limitar el número de medios de comunicación, pero no es nada de eso, simplemente el Tribunal Supremo ha dictado sentencia sobre una concesión en 2010 de canales sin concurso público, una de las últimas prevaricaciones del Gobierno de Zapatero.
No sé si a los prevaricadores de la PEPOE que están ahora les interesa mucho el cierre de estos canales porque imagínate que los ciudadanos dejan de ver la tele como pasmarotes, empiezan a sentirse seres humanos, adquieren conciencia crítica y votan en consecuencia, podría ser una catástrofe para el régimen feudal.
Aunque, visto lo visto, supongo que ya lo habrán tenido en cuenta y saben con qué tipo de especímenes tienen que lidiar en España, y no les debe preocupar lo más mínimo. La conciencia crítica de la media española es seguramente inferior a la de los tomatitos cherry que me están saliendo en la terraza.
No paro de leer críticas a la sentencia del Tribunal Supremo sobre el cierre de los canales, pero me sorprende que no le den las gracias porque en resumidas cuentas, les están haciendo un favor inmenso y los están conduciendo a otro tipo de alternativas para utilizar el tiempo libre.
Lo curioso es que no hayan cerrado todas las televisiones hace ya unos cuantos años, pero tampoco pueden arriesgarse teniendo en cuenta que son lavaderos de cerebros que necesitan para mantener a los parroquianos con el cerebro en modo Standby para usarlo únicamente para dar las órdenes al resto del cuerpo para mantener el resto del cuerpo con vida. Vida latente, en muchos casos, pero vida y voto, que es lo importante para el régimen.
Muchas veces me preguntan cómo es que tengo tanto tiempo para hacer cosas. La respuesta que normalmente les doy es porque no veo la televisión. De hecho no tengo en casa. Hay vida después de la televisión y supongo que si en algún momento del futuro tienen intención de proponerme algo que merezca la pena realmente, ya lo anunciarán a los cuatro vientos y me enteraré. De momento no veo nada que me parezca de interés.
Del debate de las televisiones públicas abarrotadas de parásitos y pesebreros del régimen no toca hablar ahora. Sería otro interesante tema a comentar y del que ya hemos escrito bastante.
La primera imagen del logo de la TDT la encontré en Google y la segunda son algunos de mis tomatitos cherry muy motivados para llegar a convertirse en parte de una ensalada en unos días. La encontré en mi cámara.
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