Anoche unos diez minutos antes de comenzar en directo la emisión del programa Confusión en Radio Esperantia que realizo y presento todos los días de 23 a 00, una hora menos en Canarias, me ocurrió algo curioso. En la habitación de al lado de donde habitualmente emito surgió el típico sonido de un grillo que rítmicamente emitía sus señales para que sus otros congéneres del sexo opuesto supieran de su existencia.
Con algo más de tiempo hubiera podido reubicar al grillo en otro lugar que no interfiriera con el programa, pero con 10 minutos escasos para el comienzo era una tarea casi imposible. Buscar al grillo, encontrarlo, recogerlo con cuidado para no dañarlo y colocarlo en otra habitación en menos de 10 minutos y con los últimos retoques de calibración de niveles en micros, aparatos, streaming, etc, se me antojaba un intento vano y por ello decidí hacer al programa con el insecto de fondo.
Como el micro que suelo utilizar es profesional y capta bien todos los sonidos, en cuanto bajaba un poco el nivel de la música y empezaba a hablar, de fondo sonaba el consabido cri cri, pero tampoco molestaba mucho.
Los grillos son beneficiosos para todo tipo de plantas. Son depredadores naturales de parásitos y no molestan en absoluto al margen de algunas épocas del año que es cuando por lo visto toca aparearse y llamar a las hembras.
Gracias a la aparición del grillo descubrí que los sonidos que emiten proceden del movimiento acompasado de sus alas por lo que hablar de canto del grillo es alejarse bastante de la realidad.
Mi casa debe ser perfecta para los grillos porque hace una temporada también apareció otro, en este caso otra, porque era hembra y no hacía cri cri.
Vivir en una zona donde estás rodeado de campo es normal que sea un hábitat natural para este tipo de animales que no me molestan en absoluto. Es más. Durante el día el grillo se pasea por la casa como le apetece y va saltando de una planta a otra como le viene bien. Supongo que ya se habrá adaptado a verme caminar junto a él y ya pasa de alejarse cuando me ve.
Recuerdo hace algún tiempo haber visto un grillo muy pequeñito, un alevín. Me imagino que debe ser éste después de una temporada de crecimiento.
El sonido que emiten es bastante curioso y podría perfectamente servir como un elemento más de la percusión de algún tema musica. Aquí te dejo un vídeo.
La imagen de un grillo negro, de campo, similar al que convive ahora conmigo, la encontré en Ojo Digital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario