Hace unos cuantos días ocurrió un hecho que puede calificarse de grotesco, surrealista, sorprendente, kafkiano o una canallada en toda regla, según desde el punto de vista del que se mire.
Como yo no tengo nada que ver con ninguno de los dos equipos, me pareció muy gracioso. Pero vayamos al grano.
Se disputaba en el partido correspondiente a la Copa entre el Tupi y el Aparecidence. En el minuto 90, último del partido están empatados y en una serie de rechaces uno de los delanteros del Tupi consigue lanzar a puerta y batir al portero, pero al lado del poste se encontraba un masajista del Aparecidence que se quedó ahí tras atender a uno de sus jugadores. Como el balón iba directo a la red no se le ocurrió otra cosa que colocarse en la portería y salvar el gol en dos ocasiones.
Tras el lance, el masajista visitante fue perseguido por la hinchada local, pero tuvo suerte y consiguió ganar los vestuarios a tiempo. El partido estuvo interrumpido durante más de 20 minutos mientras el árbitro decidía qué hacer. Finalmente decidió dar el pase al equipo del masajista a pesar de la fragrante infracción. La Federación Brasileña de fútbol a través de su comité de competición, subsanó ayer el error y tomó la decisión de apartar de la liga al equipo del masajista.
La imagen la encontré en La Tercera.
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