Empiezo a escribir estas líneas sin guión previo y con la intención de comentar algunos hechos que me han llamado la atención durante las últimas jornadas.
Ya sabes, es una macedonia de opiniones a bote pronto que me apetecía comentar de algún modo, pero que cada una de ellas me daba la impresión de que no se merecía una entrada completa.
Empezamos hablando del Gobierno que padecemos todos los españoles, cuyo único cometido al frente de la casta en este momento es indultar a aquellos colegas que el laberinto judicial que tenemos no haya conseguido dejar impunes en todos y cada uno de los delitos por los que se les imputa. La otra función que tiene un Gobierno en el régimen feudal de corrupción que tenemos es el de robar todo lo que puedan a los ciudadanos para goce y disfrute de los de su casta. Como el verbo robar tiene mala prensa, ellos llaman a este latrocinio impuestos, pero viene a ser lo mismo.
Tal como están las cosas, creo que el cualquier momento el Gobierno se va a ver obligado a colocar al frente del área económica a alguien que sepa sumar y restar verdaderamente. Los que hay ahora, quizás hayan aprobado alguna vez lo de las sumas y las restas, pero es evidente que no tienen ni puta idea del concepto.
De todos modos en un régimen feudal tampoco les hace falta. Con la PEPOE y los sacamantecas nacionalistas apuntalando constantemente el cadáver putrefacto de un régimen hediondo que lleva siglos pudríéndose y los resortes coruptos del sistema impidan a toda costa cualquier avance.
Debo reconocer que lo tienen bien montado. Llegarán las elecciones y cada cual se reparte su rebaño: izquierda, derecha, nacionalistas, qué más da. A fin de cuantas son lo mismo y el jueguecito de las diferencias engañan todavía a un buen número de votantes ingenuos, pero poco a poco cada vez a menos.
Acabada la Copa Confederaciones, donde Brasil nos dio un repaso considerable y se llevó el trofeo más que merecidamente, el régimen feudal español entra en alarma roja porque deben entretener a la plebe casi dos meses sin fútbol y, tal como se presenta el verano, lo van tener complicado.
Sigo contemplando horrorizado lo que ocurre en países que algún día soñaron con una apertura democrática y se están encontrando con la llegada de regímenes medievales que se parecen a la democracia tanto como la noche o el día. Gravísimo dilema el que se plantean en estos países. Deben elegir entre dictaduras sanguinarias del siglo XX o dictaduras sanguinarias del siglo X. Y no sé cuál es peor.
Casi sin darme cuenta ha llegado de nuevo el calor y aquí en Canarias llega para quedarse porque el clima tan benigno que tenemos nos permite vivir prácticamente en clave veraniega 10 de los doce meses del año, si no es más tiempo.
Llevo una buena temporada haciendo muchas cosas que tenía pendientes, leyendo cada vez más, escribiendo muy a gusto y disfrutando de lo que me gusta sin que de momento nada enturbie mis días.
Creo que a pesar de todo lo que estamos soportando en España gracias a la casta de ratas que administra nuestros intereses, se pueden hacer grandes cosas y cada uno podemos poner nuestro granito de arena para hacernos la vida más agradable, algo que con toda seguridad contribuirá en la felicidad de todos los que nos rodean y en la comunidad en general.
Mientras escribo estas líneas estoy escuchando música con la que esta noche volveré a compartir un ratito contigo en Confusión y en Radio Esperantia. No termino de decidirme para el comienzo de hoy. Al último disco de Kim Waters lo tengo ahí calentando por la banda, pero hoy estoy entre Wagon Cookin y una banda que he descubierto hoy mismo, Mystic Diversions. Ya veremos a ver qué se me ocurre para entonces.
La imagen la encontré en El Mosquetino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario