Si no fuera porque vivimos en España y todos ya sabemos cómo se organizan aquí las cosas en cuanto a corrupciones, latrocinios y delincuentes políticos de todo pelaje y condición, el Gobierno del PP debería explicar cuanto antes de qué va exactamente lo de Bárcenas y la otra rama de la coalición, la PSOE, debería dar explicaciones cuanto antes de todo el tinglado de latrocinio que montaron con los ERE de Andalucía.
A veces pienso por qué los medios se esmeran tanto en sacar a relucir los casos de corrupción. Luego llegan las elecciones y el españolito medio sigue votando a los mismos ladrones de corte estatal o de corte nacioanalista. Me sigue sorprendiendo que la coalición PP +PSOE + Sacamantecas nacionalistas sigan contando con tantas simpatías, siendo que han robado, roban y continuarán robando sin solución de continuidad. No me olvido de Izquierda Unida que han pasado de ser los defensores a ultranza de la honradez y la justicia a actuar de firmes defensores del régimen feudal de corrupción.
Muchas veces me planteo el hecho de escribir sobre toda este estercolero político que padecemos en España. Creo que al final me voy a hacer una plantilla y me limitaré a sustituir los nombres de los ladrones y de las tramas. Como a la mayoría de la gente le importa un pimiento que les roben o les dejen de robar, ¿qué más da?
El otro día un colega me comentó sobre algo que había dicho no sé quién de no recuerdo qué partido o casta. Ya me daba igual. Le pregunté si había hablado de organizar en España unas elecciones libres, limpias, en las que cada voto valiera lo mismo en cualquier lugar de España, de crear una división real de poderes en los que los unos no se mezclaran con otros y fueran un todo, como lo son ahora.
Como me respondió que no a las dos preguntas, le dije que me daba igual entonces. Seguramente fuera algún discurso, soflama o declaración para la gilipollez española que sigue pensando en rojos y azules en izquierdas y derechas, mientras la casta compuesta por todos ellos les extrae su bienestar, su vida, su trabajo, su futuro y su realidad.
La imagen la encontré en Xombit y pertenece a una obra de Salvador Dalí.
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