Cada uno de abril la comunidad anglosajona celebra el April Fool´s Day, el día de las bromas, la jornada de las coñas, algo así como el día de los Inocentes nuestro.
La mejor inocentada de todas es que los administradores del Régimen Feudal de Corrupción español han terminado las vacaciones de Semana Santa y se han incorporado a sus lugares del delito habituales.
Aunque convendrás conmigo en que no tiene ni pizca de gracia el hecho de que la gente que nos está machacando en todos los sentidos sigan haciéndolo con toda impunidad para mantener una casta privilegiada que se ha convertido desde hace ya demasiado tiempo en una secta demasiado peligrosa, aunque sigue manteniendo su actividad con la connivencia, cuando no el apoyo entusiasmado, de buena parte de la sociedad que sigue eligiéndolos.
Como he dicho muchas veces, pasaré de hacer una radiografía de la corrupción en España. Hay tantos casos que desbordan a cualquiera, pero con usar cualquier buscador, conocerás de primera mano lo que hay. Corrupción es repartirse el dinero de los impuestos de todos y destinar algunas migajas a lo que es realmente importante y necesario, también es crear el caldo de cultivo adecuado para que un buen número de personas, ciudadanos a los que supuestamente tienen que servir, termine su vida en la cuneta, en el arroyo, junto a un contenedor de basura o debajo de cualquier puente.
La situación es catastrófica, pero lo peor de todo es que te paras a observar a la gente y da la impresión que se han sometido ya a lo que consideran su destino. Van mansos y resignados al matadero como si no hubiera otra alternativa.
Es cierto que por ahí surgen algunos movimientos que intentan cambiar algo el estado de las cosas, pero, entre el dogmatismo barato que esgrimen, las divisiones internas y su particular modo de ver la realidad en la que unos tienen todo el derecho del mundo a robar a manos llenas y los otros por hacer lo mismo son unos criminlaes, la realidad que nos encontramos es lo más parecido a una noche sin fin.
Hace mucho, mucho tiempo, en España había medios de comunicación que se encargaban de hacer valer su apelativo de cuarto poder, pero de eso hace ya demasiado tiempo. Los pocos que intentan sobrevivir peleando por la indepencia, la verdad, la justicia, la honestidad y la limpieza, se han pasado ya al enemigo y los pocos y contados que quedan se han asilvestrado ya tanto que da la impresión que viven en un hábitat desconocido.
En las conversaciones que mantengo con colegas de profesión, siempre surge lo mismo: precariedad, baja calidad, paro, etc. El Periodismo en España se ha convertido en algo que ya me es absolutamente desconocido. Es sólo una más de las profesiones en las que están diezmando a sus efectivos, pero para cambiar la tendencia es necesario no caer en los mismos errores del pasado, de todos los pasados que desgraciadamente hemos tenido que vivir. El momento actual requiere cambios profundos en toda la sociedad, en la forma de hacer política, en la forma de tratar a los ciudadanos, en el modo en el que exigimos responsabilidades a nuestros administradores y para ello los pilares básicos son la aprobación de una Ley electoral justa en la que cada voto valga lo mismo y una división real de poderes en donde el Legislativo, Ejecutivo y Judicial no estén mezclados, matrimoniados y compinchados que hace imposible adivinar cúal es cual.
La imagen corresponde al cartel de la película April Fool´s Day. La encontré en Best Horror Movies.
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