Vivir en este país te proporciona una cascada incesante de temas surrealistas y kafkianos a los que hincarle el diente. Hay días que no sabes por cual decidirte.
Ahora mismo están crucificando en Twitter, como no, a conductora del programa de las mañanas de TVE, Mariló Montero que en el cierre del programa de ayer expresó sus dudas sobre si en el transplante de órganos se traspasa igualmente parte del alma del donante al receptor.
La teoría de Mariló Montero viene a resumirse en que si eres receptor de un riñón de un asesino, el alma de ese asesino pasará a formar parte de tu ser, de lo que se deduce que podrías convertirte en asesino a la larga. Si obtuvieras, por el contrario uno de los riñones de Messi o Cristiano Ronaldo, en poco tiempo, tendrías un balón de oro.
Creo que lo más grave de todo es fomentar este tipo de dudas entre audiencias manifiestamente mejorables que se suelen tragar todo lo que les cuentan por el consabido "lo dijeron en la tele".
No soy científico ni médico, pero puedo afirmar categóricamente que un órgano, una vez que que es trasplantado, se ocupa de realizar su trabajo y no hay nada más.
Espero y deseo que la agencia de transplantes no haya hecho caso de Mariló y haya utilizado los órganos de Juan Carlos Alfaro para hacerle la vida más llevadera a unos cuantos ciudadanos que están esperando impacientes la llamada salvadora de la aparición de un donante.
Estas afirmaciones realizadas en la televisión pública que pagamos todos, deberían hacernos reflexionar sobre el modo en que se trata la ciencia, la realidad y denunciar que disciplinas tan serias se conviertan en parte de un circo mediático que no hace más que distorsionar la realidad.
Recordemos que España está a la cabeza del mundo en donaciones de órganos, uno de los pocos primeros puestos que tenemos de los que sentirnos verdaderamente orgullosos.
Y en este otro su disculpa, afirmación o rectificación, que tampoco lo tengo muy claro.
Tampoco voy a cargar mucho las tintas con la periodista. Cuando me enteré del hecho, si que estuve tentado de abrir el cajón de los descalificativos, pero ahora, con algo más de tiempo, creo que simplemente ha sido una metedura de pata, de las que todos tenemos, y no pasa nada si se queda simplemente en eso. Si se mantiene en su contumacia y pretende mantener un pulso contra la ciencia, la lógica y el sentido común, entonces ya sería otro cantar.
La imagen de Mariló Montero la encontré en RTVE.
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