Los atentados del 11 de marzo de 2004 siguen siendo noticia y todavía no está cerrado el caso. Esta mañana el fiscal general del Estado ha ordenado a investigar los restos de un foco de explosión hallados por periodistas de Libertad Digital y que permanecían ocultos en un cobertizo de una de las empresas auxiliares de RENFE que se encargó de las reparaciones de los trenes afectados.
Después de tanto tiempo y sin una cadena de custodia fiable, no sé si los restos podrán arrojar algo de luz sobre el caso, pero el hecho de que se siga investigando, induce a pensar que la mayoría de las víctimas siguen sin conocer lo que realmente ocurrió.
La existencia de estos restos no fue comunicada durante el juicio e incluso durante la pericia ordenada por el juez Gómez Bermúdez que tuvo que realizarse con ínfimos fragmentos.
Como el atentado ha sido abundantemente manipulado por unos y otros, hay que mantener la prudencia a la hora de dar por válidas todas las informaciones al respecto, de modo que nos limitamos a hacernos eco del hecho de la decisión del fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce.
Como habitualmente comentamos, estas informaciones sólo se destinan a aquellas personas que todavía no tienen claro lo que ocurrió, encuentran lagunas en la sentencia y no terminamos de creernos todo lo que nos cuentan. Aquellos que ya lo saben todo, lo tienen absolutamente claro y están satisfechos con la sentencia, nuestra más cordial enhorabuena.
La imagen de uno de los fragmentos la encontré en la fotogalería que publica Libertad Digital.
1 comentario:
A ver si alguna vez se descubre realmente lo que pasó. Sobre todo por las víctimas.
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