El comienzo del año no ha podido ser más desastroso para el empleo en nuestro país. Hoy hemos conocido la cifra falsa, la manipulada de los desempleados que están inscritos en las listas del INEM hasta el 31 de Enero y el dato es estremecedor: 177.470 seres humanos se quedaron sin trabajo, según los números del ministerio de Empleo. A estas guarismos habría que añadirles los casi 800.000 que están parados, aunque el Gobierno no considera como tales, con lo que obtendríamos la cifra real que faclitó la EPA hace unos días y que asciende a los 5.300.000 parados en España en números redondos.Un horror, lo mires por donde lo mires.
En una semana conoceremos la nueva reforma laboral de Rajoy y mucho nos tememos que la solución que esgrimirá será la de siempre: menos derechos, menos salarios, más precariedad y esclavitud legalizada.
Yo sigo preguntándome por qué no miran hacia nuestro entorno y se fijan unas directrices claras, diáfanas, que entienda todo el mundo y que no convierta en verdaderos siervos de la gleba a los trabajadores en nuestro país.
¿Tan difícil es conseguir que un ciudadano que trabaja reciba una compensación justa que le permita cubrir sus necesidades básicas holgadamente y que le permita dedicar parte de su salario al ocio? Esto que suena tan a Perogrullo, en España no es posible. Es una quimera, una ensoñación y una utopía irrealizable porque los que manejan el cotarro lo han decidido así y mantienen el tinglado con la ayuda de marionetas que colocan en los Gobiernos.
Mis condolencias a todos los afectados y mis mejores deseos para que la tendencia cambie de algún modo cuanto antes.
La imagen la encontré en Despierta al futuro.
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