Anoche la mayoría de las televisiones en España retransmitieron en directo el que podría considerarse uno de los más brillantes atracos de la historia: Una presunta banda bien organizada obtuvo un botín de 560.000 euros, que tras los gastos empleados en la elaboración y desarrollo del plan se quedarán fácilmente en dos terceras partes de esa cantidad.
Me pareció genial el guiño que se le hizo a todas las bandas de delincuentes del resto del mundo para que instalen sus sucursales en España porque aquí el crimen, la estafa, el robo y cualquier delito, si cuentas con los cómplices adecuados, te sale absolutamente gratis. Recordemos que el próximo presidente de España estaba ayer en el lugar de los hechos.
En el escenario del delito había 660 personas acreditadas. Una acreditación es un pedacito de cartón plastificado que le lleva al cuello. El presupuesto para estos 660 trocitos de cartón fue de varios miles de euros. Unos hablan de 10.000 y otro de 20.000. Es una de las partidas más curiosas, aunque cualquiera de ellas es para alucinar. Recuerda que fueron algo así de dos horas de debate.
No sé cómo se le puede llamar exactamente a este tipo de individuos. No sé si ladrones cuadraría bien. ¿Estafadores quizás?, ¿cuatreros?.
En cualquier caso, un atraco tan brillante no se podría haber llevado a buen término en un país con menos de un 90% de gilipollas. De esto estoy absolutamente seguro.
Sobre la tapadera de todo el tinglado, el debate en sí, poco que decir. Todos los medios parece que se ponen de acuerdo en que ganó Rajoy, menos Público, que dá la impresión que se equivocó de debate y vió otro, aunque todos se equivocan. Realmente ganó la banda organizada que se llevó delante de nuestras narices 560.000 euros.
De no ser porque si fuera a una comisaria a interponer la correspondiente denuncia, me tratarían como un bicho raro por denunciar un delito flagrante, me iría ahora mismo, pero como estamos en España y este tipo de asuntos están muy bien vistos, mejor me dedico a otra cosa.
La imagen del escenario la encontré en El Mundo.
Desde luego se lo montaron muy bien. Y delante de todo el mundo. Unos fenómenos
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