Decadencia del sistema. Los borregos acuden contentos a sus mataderos

Debo reconocer que de cuando en cuando entró en un estado mental difícilmente definible que sería una mezcla de apatía, asco, desidia, indignación, ira y cabreo para los que no encuentro una palabra concreta que lo englobe todo.

Veo pasar los días, los meses y los años y, lejos de ver luz al final del tunel, veo una oscuridad infinita que da la impresión que nunca tendrá fin. Desde hace demasiado tiempo no hay jornada en la que no encuentre una canallada, dos o cien que los responsables del sistema están perpetrando contra todos y cada uno de los ciudadanos. Seguramente recordarás la famosa estrofa atribuida erróneamente a Bertol Brech, aunque es obra del pastor luterano alemán Martín Niemöller en la que cuenta como primero se llevan a un colectivo, luego a otro, más tarde a un tercero y por último se lo llevan a él, sin que nadie haga nada porque a cada cual le importaba un pimiento lo que hicieran con los demás.

En unos días el Banco de Santander echará de su casa a José Luis Burgos en un episodio más de la serie de injusticias que vemos todos los días y a todas horas. Los medios de comunicación han silenciado la noticia porque es el propio sistema el que permite que sigan vivos y para ellos es mucho más importante la cuenta de resultados que dar a conocer lo que realmente está pasando.

Cientos de miles de familias se quedan cada día en la calle por desahucios y sin embargo siguen debiendo al banco miles de euros, una fórmula perversa mediante la que los perpetradores del crimen que nos metió en la profunda crisis en la que estamos inmersos, obligan a pagar las culpas a todos los que no hemos cometido ninguna fechoría.

No pasa el día en el que alguien me cuenta como lo han atracado impunemente bancos, compañías telefónicas, elécricas, gasolineras, Gobierno o empresarios que viven instalados en el imperio del crimen. Aunque pasan los días y el siguiente sólo es el preludio de lo que llegará a continuación. No hay pausa en el latrocinio generalizado. Hay que saquear hasta el infinito el bolsillo del ciudadano medio para que unos cuantos sigan controlándolo todo a nuestras espaldas.

Los medios de comunicación, cómplices necesarios del gran atraco, silencian a conciencia los hechos protagonizados por aquellos que quieren salirse del redil para que resto de borregos siguen sumisos a los perros pastores que los siguen conduciendo a los mataderos.

En No sin mi bici cuentan la historia de la revolución en Islandia. Una revolución pacífica que ha conducido a la cárcel a los perpetradores de la crisis, ha dicho basta ya y le ha plantado cara a los que los quieren convertir en esclavos, como han hecho con el resto de Europa. Como dicen al final, sería bueno que la UE pidiera el ingreso en Islandia y no al revés, como sería lo lógico.

De España poco te puedo contar ya que te sorprenda: Un ciudadano nace, crece, estudia, se prepara para un trabajo, va al paro, se jubila, cobra una mísera limosna y muere. Difícilmente en toda su vida el fruto de su trabajo, en el caso de que lo consiga, no le alcanzará para pagarse una vivienda, ni siquiera e alguiler, y lo más básico de sus necesidades. El Gobierno y sus esbirros UGT, CC.OO y la patronal ya se encargan de ello a conciencia.

Mientras, el resto del rebaño sigue bien. Las últimas encuestas de intención de voto reflejan que en torno al 80% de los borregos quieren seguir siendo robados, estafados, masacrados, asesinados y que son muy felices siendo esclavos de los nuevos señores feudales de la dictadura disfrazada de democracia. Observa sólo la representación en el Congreso. IU obtuvo casi un millón de votos y tiene 2 escaños. Otros con un tercio de los votos llegan a 15. De la división de poderes ya hablaremos otro día.

Salvo raras excepciones, los medios de comunicación también han silenciado la manifestación de las víctimas del terrorismo. Ciudadanos que han perdido a sus padres, madres, hijos, hermanos por la sinrazón de unos asesinos despiadados. Una buena parte de la sociedad le está dando la espalda a compatriotas como nosotros que están luchando psts que se haga justicia. Reconozco que este tema está excesivamente politizado, pero si nos centramos únicamente en el sentir de las víctimas, no deja de ser otra cruel paradoja del destino. Realmente no termino de entenderlo muy bien, pero me parece otra canallada más.

Tampoco voy a extenderme mucho sobre todas y cada una de las injusticias que una serie de señores perpetran en forma de leyes para seguir dando vueltas de tuerca a la maquinaria que aprieta los cuellos de los ciudadanos. Ley de pensines, Ley Sinde, Ley de estafa de bancos, Ley de estafa de Cajas, Ley injusta X y Ley injusta Y.

¿Qué nos está pasando? ¿Ya hemos asumido que la esclavitud es el mejor de los sistemas posibles? ¿Nos conformamos con elegir la salsa en que vamos a ser cocinados?

La imagen la encontré en Burbuja.info.