El Gobierno ha dado a conocer hoy los regalos con los que nos va a obsequiar a todos los españoles a partir del mes de enero de 2011.
A partir de esa fecha el recibo de la luz costará un 9,8% más, el del gas natural subirá un 3,9% y el precio del transporte se encarecerá un 3%.
Del precio de la gasólina ya no merece la pena ni hablar porque las subidas son casi diarias y hoy pagamos el litro de combustible al mismo precio que cuando el barril de petróleo estaba en 160 dólares. Hoy está en 93.
Nos comieron el coco con el cuento de que las privatizaciones serían buenas para los consumidores porque bajarían los precios al existir más competencia, pero ni hay competencia, ni bajan los precios, ni nada de nada que beneficie a los ciudadanos.
Lo de las tarifas telefónicas también sería para dedicar otro capítulo aparte porque creo que no es muy normal que paguemos unos recibos cuatro veces más caros que nuestros vecinos europeos que cobran casi cuatro veces más.
Para poder hacer frente a estas subidas al Gobierno se le ha ocurrido la brillante idea de recortar los sueldos y congelar las pensiones, algo en la línea social que dicen seguir al pie de la letra.
En alguna ocasión te he contado que en Las Palmas en algunos centros de pago de recibos las colas son kilométricas porque los menos favorecidos por la sociedad: pensionistas, parados y excluídos sociales, no pueden permitirse el lujo de domiciliar los recibos para evitar las sisas bancarias de las comisiones abusivas por casi cualquier cosa.
Pero vayamos al meollo de la cuestión. ¿No nos decía que la energía fotovoltaicas, eólicas, mareomotrices, etc, eran la panacea universal y nos iban a convertir en ciudadanos felices y límpios a todos?
Una vez más la historia era mentira, como tantas otras. Multinacionales, grandes corporaciones y bancos tienen la sartén por el mango y no la van a soltar. Además con sólo mirar a su alrededor pueden constatar que en un país de entes hibernados cualquier vuelta de tuerca más, no será más que la que preceda a la siguiente. Algún rumor en los bares y en Internet, en los descansos de los partidos de fútbol, pero poco más.
No obstante la buena noticia es que por el momento no nos exigen nuestros riñones para venderlos para transplantes. Pero seguro que lo tienen pensado y cualquier día nos despertamos con la noticia.
Curiosamente una gran mayoría de los que están descontentos con el Gobierno del PSOE que está tomando estas medidas draconianas contra los más indefensos tienen intención de votar al PP, según las encuestas.
La Coalición PP-PSOE, está tranquila porque si no son unos, serán los otros y con sus trapicheos y componendas, el bipartidismo más aberrante se ha adueñado de la sociedad, de la democracia y de la justicia.
La imagen la encontré en Electricidad Continua.
A partir de esa fecha el recibo de la luz costará un 9,8% más, el del gas natural subirá un 3,9% y el precio del transporte se encarecerá un 3%.
Del precio de la gasólina ya no merece la pena ni hablar porque las subidas son casi diarias y hoy pagamos el litro de combustible al mismo precio que cuando el barril de petróleo estaba en 160 dólares. Hoy está en 93.
Nos comieron el coco con el cuento de que las privatizaciones serían buenas para los consumidores porque bajarían los precios al existir más competencia, pero ni hay competencia, ni bajan los precios, ni nada de nada que beneficie a los ciudadanos.
Lo de las tarifas telefónicas también sería para dedicar otro capítulo aparte porque creo que no es muy normal que paguemos unos recibos cuatro veces más caros que nuestros vecinos europeos que cobran casi cuatro veces más.
Para poder hacer frente a estas subidas al Gobierno se le ha ocurrido la brillante idea de recortar los sueldos y congelar las pensiones, algo en la línea social que dicen seguir al pie de la letra.
En alguna ocasión te he contado que en Las Palmas en algunos centros de pago de recibos las colas son kilométricas porque los menos favorecidos por la sociedad: pensionistas, parados y excluídos sociales, no pueden permitirse el lujo de domiciliar los recibos para evitar las sisas bancarias de las comisiones abusivas por casi cualquier cosa.
Pero vayamos al meollo de la cuestión. ¿No nos decía que la energía fotovoltaicas, eólicas, mareomotrices, etc, eran la panacea universal y nos iban a convertir en ciudadanos felices y límpios a todos?
Una vez más la historia era mentira, como tantas otras. Multinacionales, grandes corporaciones y bancos tienen la sartén por el mango y no la van a soltar. Además con sólo mirar a su alrededor pueden constatar que en un país de entes hibernados cualquier vuelta de tuerca más, no será más que la que preceda a la siguiente. Algún rumor en los bares y en Internet, en los descansos de los partidos de fútbol, pero poco más.
No obstante la buena noticia es que por el momento no nos exigen nuestros riñones para venderlos para transplantes. Pero seguro que lo tienen pensado y cualquier día nos despertamos con la noticia.
Curiosamente una gran mayoría de los que están descontentos con el Gobierno del PSOE que está tomando estas medidas draconianas contra los más indefensos tienen intención de votar al PP, según las encuestas.
La Coalición PP-PSOE, está tranquila porque si no son unos, serán los otros y con sus trapicheos y componendas, el bipartidismo más aberrante se ha adueñado de la sociedad, de la democracia y de la justicia.
La imagen la encontré en Electricidad Continua.
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