He tenido un día ciertamente ajetreado y acabo de enterarme de la grata noticia del día para todos los que hablamos el idioma español.
El escritor hispano peruano Mario Vargas Llosa a los 74 años ha sido galardonado con el Premio Nobel de Literatura.
Si me dejara llevar por todos los recuerdos y vivencias que he disfrutado leyendo su obra, probablemente terminaría escribiendo una entrada demasiado larga.
Desde que empecé a leer sus primeras obras cuando apenas entraba en la adolescencia, descubrí un mundo nuevo y mágico y una nueva forma de crear maravillas con las palabras en un idioma que cada día hablamos más personas en el mundo.
Escuché parte de la rueda de prensa que ofreció en el Instituto Cervantes en Nueva York y me quedé con una recomendación que le pidieron para los nuevos escritores, una pregunta habitual en estos casos, pero la respuesta me gustó.
Vargas Llosa dijo que la literatura es algo así como una forma de vida y requiere mucha disciplina. Añadió que existen algunos escritores que tienen la inspiración como aliada, pero que en la mayoría de los casos es necesario el trabajo diario, la lucha con uno mismo, la autocrítica, la terquedad y la perseverancia.
Entiendo muy bien al nuevo Nobel de Literatura porque también me dedico a escribir, aunque aún estoy en fase larvaria. Mario Vargas Llosa pasó hace muchísimo tiempo de ser una crisálida para convertirse en una majestuosa mariposa.
Cuando decides contar una historia de ficción tienes a tu disposición cientos de miles de palabras para colocarlas en el texto. Parece un ejercicio fácil además, si tenemos en cuenta que nuestro idioma es rico en sinónimos, pero colocar el término adecuado en su lugar correcto para que brille por su sonoridad, su relevancia y encaje perfectamente junto al resto de palabras, es casi un truco de magia.
Algo así como lo que hacen los prestidigitadores con las cartas lo hacen los escritores con las palabras.
No sabría elegir una novela, un relato o algunos de sus ensayos u obras de teatro. Pensándolo bien creo que me costaría quedarme sólo con una. Me quedo con todas ellas. En cada una encuentras un matiz, un añadido, un regalo.
Felicidades a Vargas Llosa y Felicidades a todos los que en el mundo hablamos este maravilloso idioma universal.
La imagen del escritor la encontré en Ediciona.
El escritor hispano peruano Mario Vargas Llosa a los 74 años ha sido galardonado con el Premio Nobel de Literatura.
Si me dejara llevar por todos los recuerdos y vivencias que he disfrutado leyendo su obra, probablemente terminaría escribiendo una entrada demasiado larga.
Desde que empecé a leer sus primeras obras cuando apenas entraba en la adolescencia, descubrí un mundo nuevo y mágico y una nueva forma de crear maravillas con las palabras en un idioma que cada día hablamos más personas en el mundo.
Escuché parte de la rueda de prensa que ofreció en el Instituto Cervantes en Nueva York y me quedé con una recomendación que le pidieron para los nuevos escritores, una pregunta habitual en estos casos, pero la respuesta me gustó.
Vargas Llosa dijo que la literatura es algo así como una forma de vida y requiere mucha disciplina. Añadió que existen algunos escritores que tienen la inspiración como aliada, pero que en la mayoría de los casos es necesario el trabajo diario, la lucha con uno mismo, la autocrítica, la terquedad y la perseverancia.
Entiendo muy bien al nuevo Nobel de Literatura porque también me dedico a escribir, aunque aún estoy en fase larvaria. Mario Vargas Llosa pasó hace muchísimo tiempo de ser una crisálida para convertirse en una majestuosa mariposa.
Cuando decides contar una historia de ficción tienes a tu disposición cientos de miles de palabras para colocarlas en el texto. Parece un ejercicio fácil además, si tenemos en cuenta que nuestro idioma es rico en sinónimos, pero colocar el término adecuado en su lugar correcto para que brille por su sonoridad, su relevancia y encaje perfectamente junto al resto de palabras, es casi un truco de magia.
Algo así como lo que hacen los prestidigitadores con las cartas lo hacen los escritores con las palabras.
No sabría elegir una novela, un relato o algunos de sus ensayos u obras de teatro. Pensándolo bien creo que me costaría quedarme sólo con una. Me quedo con todas ellas. En cada una encuentras un matiz, un añadido, un regalo.
Felicidades a Vargas Llosa y Felicidades a todos los que en el mundo hablamos este maravilloso idioma universal.
La imagen del escritor la encontré en Ediciona.
1 comentario:
Felicitaciones a MARIO, nos alegra a todos sus lectores, por ese merecido logro.
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