Hace unas horas se ha dado por finalizado el rescate de los 33 mineros que permanecieron 70 días atrapados en las entrañas de la mina San José en Copiapó en la cordillera de Atacama.
He seguido desde los primeros momentos el operativo de rescate y sólo me queda quitarme el sombrero ante la increíble hazaña en la que ha participado todo un país. Es en estos momentos cuando vuelves a reconciliarte con el género humano y te sientes orgulloso de pertenecer a esta especie tan compleja.
Una vez más se ha vuelto a demostrar que juntos, tirando del mismo carro, peleando por los mismos objetivos y empujando todos a una, se pueden conseguir grandes objetivos.
No voy a entrar ahora en la complejidad del rescate porque cualquier entendido en la materia nos dirá que encontrar a 33 personas en una gigantesca mina bajo una cordillera y además rescatarlos a todos sanos y salvos es casi ciencia ficción.
A lo largo de las actualizaciones he felicitado y les he dado la enhorabuena a todos los chilenos y quiero hacerlo ahora una vez más porque tras el hito que han conseguido pueden enorgullecerse de su país, de su forma de actuar contra la adversidad y de su excepcional logro que ha dejado boquiabierto al resto del mundo.
Ahora hay que seguir trabajando y no detenerse aquí. Debemos establecer protocolos y dispositivos de seguridad en las minas de todo el mundo para que el ejemplo que Chile nos ha dado a todos beneficie a los mineros de todas las minas en todos los países.
¡Enhorabuena Chile! ¡Enhorabuena chilenos!
En la imagen Luis Urzúa, último minero rescatado junto al presidente Piñera.
He seguido desde los primeros momentos el operativo de rescate y sólo me queda quitarme el sombrero ante la increíble hazaña en la que ha participado todo un país. Es en estos momentos cuando vuelves a reconciliarte con el género humano y te sientes orgulloso de pertenecer a esta especie tan compleja.
Una vez más se ha vuelto a demostrar que juntos, tirando del mismo carro, peleando por los mismos objetivos y empujando todos a una, se pueden conseguir grandes objetivos.
No voy a entrar ahora en la complejidad del rescate porque cualquier entendido en la materia nos dirá que encontrar a 33 personas en una gigantesca mina bajo una cordillera y además rescatarlos a todos sanos y salvos es casi ciencia ficción.
A lo largo de las actualizaciones he felicitado y les he dado la enhorabuena a todos los chilenos y quiero hacerlo ahora una vez más porque tras el hito que han conseguido pueden enorgullecerse de su país, de su forma de actuar contra la adversidad y de su excepcional logro que ha dejado boquiabierto al resto del mundo.
Ahora hay que seguir trabajando y no detenerse aquí. Debemos establecer protocolos y dispositivos de seguridad en las minas de todo el mundo para que el ejemplo que Chile nos ha dado a todos beneficie a los mineros de todas las minas en todos los países.
¡Enhorabuena Chile! ¡Enhorabuena chilenos!
En la imagen Luis Urzúa, último minero rescatado junto al presidente Piñera.
1 comentario:
En homenaje a mi hermana tierra Chile, a los rescatados en las minas y a los otros tantos que no corrieron la misma suerte, he querido dedicar unas letras, para este colectivo de trabajadores que tanto sufre por llevar el pan cada día a sus hogares.
LA TIERRA PERDONÓ SUS VIDAS
"La tierra separó sus vidas,
de las de sus seres queridos.
Los niños quedaron sin padres,
las madres sin sus niños.
Solo un milagro podía,
rescatarlos de esa mina.
El milagro se produjo,
y de ella salieron con vida."
Enhorabuena Chile.
Miguel Ángel Sáez Gutiérrez «Marino»
A los mineros rescatados de las minas en Chile
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