En Canarias los ciudadanos se mueren en las puertas de los servicios de Urgencia, los dependientes mueren como perros sin que se atiendan las prestaciones a las que tienen derecho y cada vez más y más personas tienen que buscarse la vida en contenedores de basura para poder comer, pero el Gobierno de Canarias se gasta más de 4 millones de euros anuales en pagarles un sueldo a sus parásitos y palmeros de confianza.
Según publica el diario La Provincia, y otros medios de comunicación la lista de parásitos que le chupan la sangre a los ciudadanos canarios asciende a más de un centenar de individuos e individuas, cuyos méritos más significativos son el de ser palmeros de los miembros del Ejecutivo canario o familiares. Uno de los mejores puestos es el de cuñado de Soria, vicepresidente del Gobierno, que se lleva casi 100.000 euros anuales, aunque tampoco tienen mucho que envidiar los que se llevan en torno a los 60.000 euros por no sé sabe muy bien qué.
En la Sanidad Canaria las listas son interminables, pero tienen dinero para pagar a los sectarios.
Claro que para que te atiendan en un hospital, en algunos casos tendrás que llegar ahí. Y si tienes la mala suerte de que el presidente del Gobierno se haya cogido el helicóptero de Urgencias ese día para sus viajes entre islas o la Televisión Canaria lo haya empleado para retransmitir algún partido, mejor nos olvidamos.
Si a este despilfarro inútil, le sumamos todos los regalos que el Gobierno de Canarias le hace a un buen número de sus sectarios en forma de contratos absurdos, subvenciones increíbles y demás robos al erario público contabilizados eufemísticamente con los nombres más peregrinos, quizás empecemos a entender lo que está pasando en este archipiélago en donde unos, los de la secta, tienen derecho a todo, y el resto no tienen derecho a nada.
Este es el despilfarro de una de las 17 comunidades autónomas. Añádele otro tanto por cada una y algo más por el Gobierno Central y comprobarás todo lo que tienes que trabajar para poder costear la vida de toda esta gente.
La imagen es la portada del libro Islas Canallas de Miguel Díaz Díaz que encontré en La Isla Libros. Desconozco si el Gobierno de Canarias se ha puesto en contacto ya con el escritor para hacer el oportuno cambio al escudo que ahora tienen para que se ajuste más a la realidad. En lugar de ratas, yo colocaría a dos buitres, pero es cuestión de gustos. Aunque si nos ajustamos a la realidad, cualquiera de los dos animales les da mil vueltas en cuanto a comportamiento.
Según publica el diario La Provincia, y otros medios de comunicación la lista de parásitos que le chupan la sangre a los ciudadanos canarios asciende a más de un centenar de individuos e individuas, cuyos méritos más significativos son el de ser palmeros de los miembros del Ejecutivo canario o familiares. Uno de los mejores puestos es el de cuñado de Soria, vicepresidente del Gobierno, que se lleva casi 100.000 euros anuales, aunque tampoco tienen mucho que envidiar los que se llevan en torno a los 60.000 euros por no sé sabe muy bien qué.
En la Sanidad Canaria las listas son interminables, pero tienen dinero para pagar a los sectarios.
Claro que para que te atiendan en un hospital, en algunos casos tendrás que llegar ahí. Y si tienes la mala suerte de que el presidente del Gobierno se haya cogido el helicóptero de Urgencias ese día para sus viajes entre islas o la Televisión Canaria lo haya empleado para retransmitir algún partido, mejor nos olvidamos.
Si a este despilfarro inútil, le sumamos todos los regalos que el Gobierno de Canarias le hace a un buen número de sus sectarios en forma de contratos absurdos, subvenciones increíbles y demás robos al erario público contabilizados eufemísticamente con los nombres más peregrinos, quizás empecemos a entender lo que está pasando en este archipiélago en donde unos, los de la secta, tienen derecho a todo, y el resto no tienen derecho a nada.
Este es el despilfarro de una de las 17 comunidades autónomas. Añádele otro tanto por cada una y algo más por el Gobierno Central y comprobarás todo lo que tienes que trabajar para poder costear la vida de toda esta gente.
La imagen es la portada del libro Islas Canallas de Miguel Díaz Díaz que encontré en La Isla Libros. Desconozco si el Gobierno de Canarias se ha puesto en contacto ya con el escritor para hacer el oportuno cambio al escudo que ahora tienen para que se ajuste más a la realidad. En lugar de ratas, yo colocaría a dos buitres, pero es cuestión de gustos. Aunque si nos ajustamos a la realidad, cualquiera de los dos animales les da mil vueltas en cuanto a comportamiento.
4 comentarios:
En estas islas vamos de vergüenza en vergüenza.
La república bananera en todo su esplendor.
El Gobierno que tenemos en Canarias es de lo peor. Sólo se sirven ellos mismos.
Con tanto parásito y pesebrero que hay que mantener no esperarán que salgamos adelante.
La putada es que encima nos quieren subir los impuestos y reducirnos los sueldos a los ue menos cobramos. Manda cojones, como diría aquel
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