Ladrones de nuestro tiempo. Hoy Félix Millet

Estaba en Facebook buscando para hacerme fan de Félix Millet. Cada día que pasa lo veo como un ser de otro mundo, un crack, un fenómeno. Y ¿quién es Félix Millet?, te preguntarás seguramente. Es un hombre de nuestro tiempo, un ladrón, un delincuente, un corrupto, una basura.

A finales de 2009 saltó el escándalo del Orfeó Catalá en el que lo pillaron con todo el equipo, nunca mejor dicho, y no tuvo más remedio que declararse culpable y confesar que había robado 3,3 millones de euros. Cuando el juez levantó el secreto de sumario se comprobó que los 3, 3 millones que había confesado este delincuente, eran más de 10. Pero en febrero de este año, las informaciones apuntaban a más de 36 millones de euros los que robó este ladrón.

Los datos sobre este individuo y este caso que me hacen alucinar especialmente son varios. Primero el que haya conseguido robar tanto en una institución meramente cultural. No hay obras por medio, no hay comisiones, no hay recorte en los materiales, de modo que es complicado desviar fondos. Otro de los hechos que me hacen flipar es que en cuanto se conoció la noticia de que el ladrón Félix Millet robó a todos los españoles varios millones de euros, sus adláteres, palmeros, fanboys, pesebreros y él mismo se lanzaron a cacarear a los cuatro vientos que era una persecución a Cataluña.

Si eres ladrón o tienes intención de ejercer esta profesión, debes saber que cuando te pillen robando, con decir que es una persecución a (pon aquí tu región)y conseguirás desviar la atención de unos cuantos idiotas y gañanes.

El ladrón Félix Millet tuvo la buena idea de reservar parte de su botín para pagarse la fianza. Es de manual de cualquier corrupto que se precie. Si robas X millones, no olvides guardar uno a buen recaudo para pagar la fianza.

El tío este estuvo una semana o dos en la cárcel y salió tranquilamente igual que sus compinches que también, supongo, se llevarían una buena tajada y, como Millet, fueron previsores y guardaron una parte para la fianza.

Me gusta cuando a los ladrones se les puede adjudicar el adjetivo o sustantivo, según los casos, que tan trabajosamente se han ganado a pulso. Llamar ladrón a Millet no es ningún insulto, ni un trato vejatorio. Él es ladrón confeso. Él mismo ha declarado que lo es, de modo que no osaré quitarle el protagonismo que ha conseguido en esta profesión.

Pero ahí no queda la cosa. La última astracanada la hemos conocido hace poco cuando el abogado del ladrón solicitó un examen forense de Millet para analizar su comportamiento como ladrón. Si era ladrón de nacimiento o se hizo ladrón, algo así.

Debo confesarte que o todas estas noticias, sucesos y hechos lamentables, te las tomas con calma, con flema y con la oportuna distancia, o terminas mal del coco. Sólo piensa las ambulancias medicalizadas que se pueden comprar o mantener con 36 millones de euros que robó Millet y su banda de malhechores o cuantos servicios de urgencia se pueden mantener abiertos para que los ciudadanos no se mueran en sus puertas.

¿Y dónde está ahora este tiparraco? Pues en su casa tranquilamente. O disfrutando de su botín. Teniendo en cuenta que ha confesado robar 3, 3 millones, el juez lo ha pillado con 10 y las últimas informaciones hablan de 36 millones de euros que se metió en el bolsillo, tiene pasta para disfrutar bastante tiempo a costa de todos nosotros.

Actualización: La auditoría definitiva ha desvelado que el ladrón Félix Millet desvió 35, 1 millones de euros. Como parte del botín lo reservó para pagar su fianza, siguiendo el manual del político corrupto, está en su casa tranquilamente disfrutando de lo robado. Y pensar que algunos de su banda alegaban que lo detenían por ser catalán. No, señores. Lo detuvieron por ser ladrón. ¿Entienden? LADRÓN.

La imagen del ladrón Félix Millet la encontré en Catalans Reaccionem (Carpe Diem).