Dos nombres han sido noticia las últimas jornadas y creo que seguirán siéndolo algunas más todavía por diferentes razones.
Diego Pastrana Vieco es el nombre del muchacho inocente de 25 años al que la prensa descuartizó sin piedad esté fin de semana para regocijo de los amantes de lo truculento, lo macabro, lo escabroso y el amarillismo más morboso y detestable.
No sé si desde los tiempos en los que estudiaba Periodismo, han cambiado algunas asignaturas, las han modificado o ahora ya da igual todo y lo único que importa es vender periódicos a cualquier precio, cazar oyentes y televidentes cueste lo que cueste, aunque por el camino vayan quedando víctimas inocentes que en la inmensidad de su dolor por la pérdida de un ser querido, tienen que presenciar como son crucificados públicamente y eliminados socialmente sin que la presunción de inocencia aparezca por ninguna parte.
Cierto es que el error fue médico al interpretar fatalmente unas heridas, pero eso no supone un atenuante para la exhibición de indignidad que nos han ofrecido algunos medios, considerados serios, durante este largo fin de semana.
Diego, al que le deseo todo lo mejor, ha sido ingresado en un hospital en Tenerife y es lógico pensar que lo debe estar pasando realmente mal.
Espero que consiga superar este trago tan amargo que se ha encontrado en su vida y estoy hablando de la muerte de su hijastra, multiplicado por unas cuantas veces, por la forma tan rastrera que algunos medios tienen para captar audiencia.
La Federación de Periodistas ha salido a pedir disculpas, algo que les honra enormemente, pero quizás sea ya algo tarde. Ahora ¿quién le devuelve el honor, la vida y la presunción de inocencia que ha perdido?
El director del diario ABC que fue uno de los medios que más se ensañó con Diego, también ha pedido disculpas.
La historia de Aminatu Haidar es absolutamente diferente. En este caso es la desidida de un Gobierno, el español que le está haciendo el trabajo sucio a ese montón de basura de Mohamed VI, un miserable que dedica su tiempo matando y robando a saharauis y marroquíes a partes iguales.
El problema lo ha creado Marruecos, de modo que debe resolverlo el déspota y su gobierno de ladrones y genocidas.
Me parece bien que España esté intentando resolver el conflicto sin molestar a su rey Mohamed VI, al que le prodigan un amor y una comprensión que no llego a entender.
Desde aquí todo el ánimo del mundo, todo nuestro apoyo y toda nuestra solidaridad para Aminatu Haidar que está luchando valiéntemente contra un gobierno genocida, el marroquí, que sigue adelante el exterminio del pueblo saharaui, y el gobierno pastelero español que rinde pleitesía al tirano, intentando resolver una crisis que sólo Marruecos debe resolver.
La ONU, como es lógico, mira hacia otro lado, como es su norma y la Unión Europea no deja de premiar al régimen feudal de ladrones y asesinos con más prebendas y regalos para el sátrapa y su vomitiva familia, aunque vayan quedando en las cunetas miles de agricutores españoles y europeos.
La imagen de Aminatu Haidar la encontré en El Mundo y está servida por la Agencia EFE.
Diego Pastrana Vieco es el nombre del muchacho inocente de 25 años al que la prensa descuartizó sin piedad esté fin de semana para regocijo de los amantes de lo truculento, lo macabro, lo escabroso y el amarillismo más morboso y detestable.
No sé si desde los tiempos en los que estudiaba Periodismo, han cambiado algunas asignaturas, las han modificado o ahora ya da igual todo y lo único que importa es vender periódicos a cualquier precio, cazar oyentes y televidentes cueste lo que cueste, aunque por el camino vayan quedando víctimas inocentes que en la inmensidad de su dolor por la pérdida de un ser querido, tienen que presenciar como son crucificados públicamente y eliminados socialmente sin que la presunción de inocencia aparezca por ninguna parte.
Cierto es que el error fue médico al interpretar fatalmente unas heridas, pero eso no supone un atenuante para la exhibición de indignidad que nos han ofrecido algunos medios, considerados serios, durante este largo fin de semana.
Diego, al que le deseo todo lo mejor, ha sido ingresado en un hospital en Tenerife y es lógico pensar que lo debe estar pasando realmente mal.
Espero que consiga superar este trago tan amargo que se ha encontrado en su vida y estoy hablando de la muerte de su hijastra, multiplicado por unas cuantas veces, por la forma tan rastrera que algunos medios tienen para captar audiencia.
La Federación de Periodistas ha salido a pedir disculpas, algo que les honra enormemente, pero quizás sea ya algo tarde. Ahora ¿quién le devuelve el honor, la vida y la presunción de inocencia que ha perdido?
El director del diario ABC que fue uno de los medios que más se ensañó con Diego, también ha pedido disculpas.
La historia de Aminatu Haidar es absolutamente diferente. En este caso es la desidida de un Gobierno, el español que le está haciendo el trabajo sucio a ese montón de basura de Mohamed VI, un miserable que dedica su tiempo matando y robando a saharauis y marroquíes a partes iguales.
El problema lo ha creado Marruecos, de modo que debe resolverlo el déspota y su gobierno de ladrones y genocidas.
Me parece bien que España esté intentando resolver el conflicto sin molestar a su rey Mohamed VI, al que le prodigan un amor y una comprensión que no llego a entender.
Desde aquí todo el ánimo del mundo, todo nuestro apoyo y toda nuestra solidaridad para Aminatu Haidar que está luchando valiéntemente contra un gobierno genocida, el marroquí, que sigue adelante el exterminio del pueblo saharaui, y el gobierno pastelero español que rinde pleitesía al tirano, intentando resolver una crisis que sólo Marruecos debe resolver.
La ONU, como es lógico, mira hacia otro lado, como es su norma y la Unión Europea no deja de premiar al régimen feudal de ladrones y asesinos con más prebendas y regalos para el sátrapa y su vomitiva familia, aunque vayan quedando en las cunetas miles de agricutores españoles y europeos.
La imagen de Aminatu Haidar la encontré en El Mundo y está servida por la Agencia EFE.
2 comentarios:
Lo que han hecho con el pobre Diego no tiene nombre. Lo de Aminatu Haidar creo que terminará mal. El Gobierno español es como es y no creo que mueva un dedo, no vaya a ser que su amigo, el dictador y tirano marroquí, se moleste.
Mucho ánimo, Diego!!! Se ha hecho una injusticia tremenda y los medios de comunicación que le acusaron de asesino ( no presunto) deben publicar en primera página, como publicaron la noticia, que es INOCENTE. Y los profesionale sanitarios que hicieron el informe de malos tratos espero que no vuelvan a ejercer NUNCA.
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