Llevo dos días con poco tiempo porque el trabajo me tiene bastante liadillo, pero tenía ganas de escribir algo y contarte algunas reflexiones que como todo en este blog serán personales y con las que puedes estar de acuerdo o no, pero son las que hay.
Hace unos días el ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife declaró la emergencia social por el creciente incremento de las penurias económicas que vive su población que con un paro creciente, unas nulas medidas para atajarlo y unos políticos durmientes, era lo mejor que podían hacer para que el pueblo no asalte los supermercados por las armas.
Pero no te preocupes que la Televisión Canaria seguirá funcionando. Como es un bien social, seguirá funcionando incluso con emergencia social. Tus culebrones y tus programas basura favoritos están a salvo y el curso de analfabetización que ofrece las 24 horas en su programación lo mantendrán en antena. Tampoco debes temer por la policía canaria, un cuerpo que, pese a todos los pesares, seguirá adelante y ya están realizando las pruebas pertinentes para el ingreso de los primeros miembros. Otros miles de millones que se tirarán a la basura, mientras el ciudadano tiene que irse a comer a Caritas y a los comedores sociales o depender de la beneficencia para parar su factura de la luz.
La situación sobre el papel no tiene mucho que ver con la realidad que te encuentras día a día. Da la impresión que todo sigue funcionando bien, que la crisis es algo que está a millones de kilómetros y que aquí no llegará, pero el trasfondo que no se ve es sangrante: miles de personas perdiendo su puesto de trabajo y con el presente y futuro hipotecado por muchos años. El colchón de las prestaciones por desempleo dan un respiro de alivio, pero no son la solución.
Las lavanderías de cerebros en que se han convertido la mayoría de los medios ya están empezando a poner en marcha todo el engranaje para que no quede ningún cerebro sin lavar de cara a las elecciones europeas, esa pantomima que hacen cada 5 años para que haga juego con el atrezzo democrático que nos rodea.
Hoy ZP, estaba por aquí lavando cerebros. La recomendación era: lava tu cerebro a conciencia, nuestras ideas son las adecuadas. El PP supongo que también iniciará su campaña de limpieza de mentes en breve. Supongo que cuando tengan algo de tiempo entre comparecencia y comparecencia en los juzgados por imputaciones variadas.
Cada día soy más pesimista con el panorama y eso que a mi no me va del todo mal, pero cuando veo lo que me rodea y observo la inutilidad de los que tendrían que mejorar las cosas, dejo el cerebro en el perchero y me dedico a otra cosa.
La situación es realmente extraña: cada cual va capeando la crisis y las estrecheces económicas como puede, hasta que llega un día que ya no puede afrontarlas y termina en la cuneta. Como el goteo es individualizado, al entrar en el abismo, cada cual se busca la vida como puede, pero está llegando un momento en el que los cuneteros son ya demasiados y una sociedad no puede permitirse tanto excluido.
Sin embargo sorprende que elección tras elección sigan saliendo los mismos que siguen engañando y engañando, malversando fondos públicos, invirtiendo penosamente en gilipolleces varias con el dinero de todos los contribuyentes y abocando a toda una sociedad a la nada.
Esta sociedad en la que vivimos ya sacrificó a toda una generación, enviándola al matadero, la nacida en los años 60, que pese a estar muy bien preparados tuvieron que resignarse a ser picadillo del sistema con salarios miserables y trabajos al mismo nivel. Ahora que ya han conseguido decapitar a toda una generación, están comenzando a subir en camiones camino del sacrificio a la siguiente.
Sorprende que la masa siga sin usar su cerebro, pero es el suyo y como estamos en democracia cada uno es libre de utilizarlo adecuadamente o dejar que descanse en el regazo de la televisión de cabecera o extirpárselo directamente.
La imagen la encontré en Gent de Torrent
Hace unos días el ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife declaró la emergencia social por el creciente incremento de las penurias económicas que vive su población que con un paro creciente, unas nulas medidas para atajarlo y unos políticos durmientes, era lo mejor que podían hacer para que el pueblo no asalte los supermercados por las armas.
Pero no te preocupes que la Televisión Canaria seguirá funcionando. Como es un bien social, seguirá funcionando incluso con emergencia social. Tus culebrones y tus programas basura favoritos están a salvo y el curso de analfabetización que ofrece las 24 horas en su programación lo mantendrán en antena. Tampoco debes temer por la policía canaria, un cuerpo que, pese a todos los pesares, seguirá adelante y ya están realizando las pruebas pertinentes para el ingreso de los primeros miembros. Otros miles de millones que se tirarán a la basura, mientras el ciudadano tiene que irse a comer a Caritas y a los comedores sociales o depender de la beneficencia para parar su factura de la luz.
La situación sobre el papel no tiene mucho que ver con la realidad que te encuentras día a día. Da la impresión que todo sigue funcionando bien, que la crisis es algo que está a millones de kilómetros y que aquí no llegará, pero el trasfondo que no se ve es sangrante: miles de personas perdiendo su puesto de trabajo y con el presente y futuro hipotecado por muchos años. El colchón de las prestaciones por desempleo dan un respiro de alivio, pero no son la solución.
Las lavanderías de cerebros en que se han convertido la mayoría de los medios ya están empezando a poner en marcha todo el engranaje para que no quede ningún cerebro sin lavar de cara a las elecciones europeas, esa pantomima que hacen cada 5 años para que haga juego con el atrezzo democrático que nos rodea.
Hoy ZP, estaba por aquí lavando cerebros. La recomendación era: lava tu cerebro a conciencia, nuestras ideas son las adecuadas. El PP supongo que también iniciará su campaña de limpieza de mentes en breve. Supongo que cuando tengan algo de tiempo entre comparecencia y comparecencia en los juzgados por imputaciones variadas.
Cada día soy más pesimista con el panorama y eso que a mi no me va del todo mal, pero cuando veo lo que me rodea y observo la inutilidad de los que tendrían que mejorar las cosas, dejo el cerebro en el perchero y me dedico a otra cosa.
La situación es realmente extraña: cada cual va capeando la crisis y las estrecheces económicas como puede, hasta que llega un día que ya no puede afrontarlas y termina en la cuneta. Como el goteo es individualizado, al entrar en el abismo, cada cual se busca la vida como puede, pero está llegando un momento en el que los cuneteros son ya demasiados y una sociedad no puede permitirse tanto excluido.
Sin embargo sorprende que elección tras elección sigan saliendo los mismos que siguen engañando y engañando, malversando fondos públicos, invirtiendo penosamente en gilipolleces varias con el dinero de todos los contribuyentes y abocando a toda una sociedad a la nada.
Esta sociedad en la que vivimos ya sacrificó a toda una generación, enviándola al matadero, la nacida en los años 60, que pese a estar muy bien preparados tuvieron que resignarse a ser picadillo del sistema con salarios miserables y trabajos al mismo nivel. Ahora que ya han conseguido decapitar a toda una generación, están comenzando a subir en camiones camino del sacrificio a la siguiente.
Sorprende que la masa siga sin usar su cerebro, pero es el suyo y como estamos en democracia cada uno es libre de utilizarlo adecuadamente o dejar que descanse en el regazo de la televisión de cabecera o extirpárselo directamente.
La imagen la encontré en Gent de Torrent
3 comentarios:
Sigo pensando que todo irá a peor. Lo chungo es que tienes razón en casi todo. La gente pasa y pasa y así nos va
Lo cierto es que no se vislumbra la luz al final del túnel realmente, así que me temo que hasta finales del año que viene como mínimo estamos jodidos y eso implicará 1 millón más de parados probablemente. Esto es intolerable realmente. Hay que hacer algo.
Un saludo
A mi me sigue alucinando la pachorra de la gente que ve como las barbas de todos sus vecinos ya están absolutamente rasuradas y siguen sin poner las suyas a remojar.
Es como un cuentagotas que se va llevando por delante a mucha gente, pero no de forma masiva. Es poquito a poco. Algo así como la típica frase que le atribuyen a Bertol Bretch y que sin embargo es de Martin Niemeyer, pero aplicada al empleo, al trabajo y al bienestar.
Saludos María B. y Pharpe
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