Antonio Vega, Wayman Tisdale y Mario Benedetti: tres grandes que nos dejaron

Reconozco que soy bastante reacio a escribir sobre el fallecimiento de personas que han significado algo en mi vida, en mi forma de ver el mundo o en mi modo de entender la cultura, el arte y la vida que nos rodea en general.

Esta semana que dejamos atrás ayer se llevó por delante a tres de esas personas que para mi han sido importantes.

Antonio Vega, uno de los grandes de la música en nuestro país y que supo remar contracorriente en un tiempo en el que el intimismo en las letras, no era lo que requería el mercado. Su música fue parte de la banda sonora de mi vida y en mi mente siempre estarán esas melodías y letras geniales.

Casi por casualidad me enteré también de otra gran pérdida: Wayman Tisdale, ex jugador de baloncesto en la NBA y, tras su retirada de las canchas, reconvertido en un excelente bajista de jazz, fusión, smooth jazz y sus derivados, fue también uno de mis referentes en los últimos años. Tengo algunos de sus trabajos que he incluido en el podcast Confusión a menudo y que son realmente piezas fundamentales del nuevo jazz, fusión o como quieras llamarlo.

Me aterró por un momento pensar que murió a los 44 años, dos menos de los que yo tengo ahora y tras una larguísima enfermedad, léase cáncer, que le hizo sufrir más de la cuenta. Incluso hace un año tuvieron que amputarle una pierna.

Sobre Mario Benedetti, podría estar escribiendo toda la tarde, pero no me extenderé mucho, porque tú mismo puedes entenderlo si te acercas a cualquiera de los magníficos poemas que nos dejó como legado.

Un gran tipo, un gran luchador contra la injusticia y un escritor pata negra. Pasé muy buenos ratos leyéndolo y seguro que seguiré disfrutando con toda su genial obra.

A los tres, por igual, mi más profundo respeto a su obra y por supuesto a las grandes personas que fueron.

No tengo muy claro que ocurre exactamente cuando te mueres. Mi yo más realista me dice que tras el último segundo de vida, llega la nada, pero mi otro yo, el más soñador, me dice que quizás en algún lugar se concentren todas las esencias, almas o entes de las personas que fueron y coexistan en otra dimensión que tampoco tengo muy clara.

Sea como fuere, en el caso de estos tres grandes, nos queda un gran legado.

Hasta siempre, Antonio, hasta siempre, Wayman, hasta siempre Mario.

Para ilustrar esta líneas no me decidía por una imagen, pero como tanto Antonio y Mario, al estar más cerca de nuestro entorno hispano, habrán tenido mucha más repercusión mediática, terminé por elegir una imagen de Wayman Tisdale, sin que pretenda con ello quitarle protagonismo a los otros dos. Los tres me parecen grandes, grandes de verdad. La encontré en Champoli.