Ya sabes, si eres asiduo al blog, que hace tiempo inicié aquí un debate sobre la forma de funcionamiento de Menéame, tras lo que decidí minimizar mis actividades en esa red social o agregador de noticias o como se defina, que no sé exactamente en qué tipo de páginas encuadrarla.
Dicho ésto sin ánimo peyorativo y con todo el respeto que me merece un lugar donde millones de personas acuden a diario para mostrar su opinión, crear su red opinativa o incluso aumentar su ego.
Desde mis primeros escarceos con Menéame hasta ahora ha pasado mucho tiempo y he tenido la suerte de poder compartir charlas y tertulias con algunos de sus integrantes y la forma en la que veía hace tiempo el sistema ha cambiado por completo. Quizás, no juzgué con el debido conocimiento de causa lo que allí se cocía o quizas llegué a conocerlo un poco más, pero el hecho es que estaba bastante equivocado con respecto a mis anteriores apreciaciones, en los términos, pero no en la práctica.
Claro. Ahora vendrás a arrodillarte ante los de turno para redimirte, podías pensar, pero nada más lejos de la realidad.
Ya sé que estamos todos, incluso tú cansados de lametraserillos de garrafón y yo no voy a ponerme a esa altura. Ya sabes que si en algo se caracteriza esta blog es en la independencia. Independencia que siempre es dependiente del autor que escribe los textos. :-)
En este caso no voy a dorarles la píldora a los colegas de Menéame porque creo que no lo necsitan, pero tampoco voy a echar tierra ni a cargar las tintas sobre una página, portal, red, social o cómo quieras llamarlo, porque tampoco creo que, en este caso, se lo merezcan.
Menéame ahora mismo me parece un lugar útil para conocer el pulso de la actualidad y para conocer entre tanta gente anónima o no tan anónima lo que sería el pálpito de una sociedad. Como tal, creo que es un lugar en castellano que es el referente sobre lo que ocurre en nuestro entorno.
Y ¿donde está entonces el problema? El meollo de la cuestión es que este y otros agregadores de noticias están convirtiéndose en corrientes de opinión por si mismos y los grandes medios, hasta ahora controladores del flujo de información y pensamiento, se están viendo relegados a un segundo plano. El hecho de no ser los invitados principales del banquete está poniendo nerviosos a algunos que como en este artículo que aparece en El País, comienzan a mostrar sus disconformidades con los portales o páginas que se nutren básicamente de las noticias que envían los propios usuarios.
J.R. Mora lo explica de forma gráfica y con sus viñetas se puede entender perfectamente.
Como dije más de una vez, el sistema tendrá sus pros y contras y quizás todo engranaje sea mejorable, pero, al margen de disquisiciones en torno al funcionamiento, se trata en la mayoría de los casos en votaciones democráticas de noticias que, pese a quien pese, son el fiel reflejo de la comunidad.
Reconozco que para muchos medios que han sido los monopolistas absolutos de la opinión y de la información, observar como pasan a ser sólo una parte más de un universo informativo y opinativo mucho más abierto y amplio no termine de hacerles mucha gracia, pero el futuro a corto y a medio plazo se escribirá en esos mismos términos.
Es una suerte vivir en este tiempo en el que cada uno puede elegir entre millones y millones de fuentes de información, crearse su propia opinión con todas ellas y elaborar la realidad que considere más conveniente.
Dicho ésto sin ánimo peyorativo y con todo el respeto que me merece un lugar donde millones de personas acuden a diario para mostrar su opinión, crear su red opinativa o incluso aumentar su ego.
Desde mis primeros escarceos con Menéame hasta ahora ha pasado mucho tiempo y he tenido la suerte de poder compartir charlas y tertulias con algunos de sus integrantes y la forma en la que veía hace tiempo el sistema ha cambiado por completo. Quizás, no juzgué con el debido conocimiento de causa lo que allí se cocía o quizas llegué a conocerlo un poco más, pero el hecho es que estaba bastante equivocado con respecto a mis anteriores apreciaciones, en los términos, pero no en la práctica.
Claro. Ahora vendrás a arrodillarte ante los de turno para redimirte, podías pensar, pero nada más lejos de la realidad.
Ya sé que estamos todos, incluso tú cansados de lametraserillos de garrafón y yo no voy a ponerme a esa altura. Ya sabes que si en algo se caracteriza esta blog es en la independencia. Independencia que siempre es dependiente del autor que escribe los textos. :-)
En este caso no voy a dorarles la píldora a los colegas de Menéame porque creo que no lo necsitan, pero tampoco voy a echar tierra ni a cargar las tintas sobre una página, portal, red, social o cómo quieras llamarlo, porque tampoco creo que, en este caso, se lo merezcan.
Menéame ahora mismo me parece un lugar útil para conocer el pulso de la actualidad y para conocer entre tanta gente anónima o no tan anónima lo que sería el pálpito de una sociedad. Como tal, creo que es un lugar en castellano que es el referente sobre lo que ocurre en nuestro entorno.
Y ¿donde está entonces el problema? El meollo de la cuestión es que este y otros agregadores de noticias están convirtiéndose en corrientes de opinión por si mismos y los grandes medios, hasta ahora controladores del flujo de información y pensamiento, se están viendo relegados a un segundo plano. El hecho de no ser los invitados principales del banquete está poniendo nerviosos a algunos que como en este artículo que aparece en El País, comienzan a mostrar sus disconformidades con los portales o páginas que se nutren básicamente de las noticias que envían los propios usuarios.
J.R. Mora lo explica de forma gráfica y con sus viñetas se puede entender perfectamente.
Como dije más de una vez, el sistema tendrá sus pros y contras y quizás todo engranaje sea mejorable, pero, al margen de disquisiciones en torno al funcionamiento, se trata en la mayoría de los casos en votaciones democráticas de noticias que, pese a quien pese, son el fiel reflejo de la comunidad.
Reconozco que para muchos medios que han sido los monopolistas absolutos de la opinión y de la información, observar como pasan a ser sólo una parte más de un universo informativo y opinativo mucho más abierto y amplio no termine de hacerles mucha gracia, pero el futuro a corto y a medio plazo se escribirá en esos mismos términos.
Es una suerte vivir en este tiempo en el que cada uno puede elegir entre millones y millones de fuentes de información, crearse su propia opinión con todas ellas y elaborar la realidad que considere más conveniente.
4 comentarios:
No puedo evitar la sonrisa al leer el artículo de El País. Me gusta que se pongan nerviosos, me gusta que descubran que la gente tiene opinión propia y no son los borregos que intentan encauzar con "desinformación" digital.
En cualquier operación delicada es imprescindible una segunda opinión e incluso, una tercera se hace altamente recomendable. Pensamiento que choca directamente con la política que los encargados de "ponernos al dia" y su monopolio de datos y cifras profesan. Y mucho cuidado, no estoy desmereciendo la labor informativa de ningún medio ya que a ellos los considero tan afectados como al resto.
El cáncer viene de eslabones superiores. Como ejemplo la notícia difundida a mediados de diciembre acerca de un "bufillo" nuclear de la famosa central de l'Hospitalet de l'Infant (Tarragona) que todos conocemos. Los medios se afanaron en explicar con todo lujo de detalles el guión orquestado por los de arriba... cuando la veracidad de la noticia quedó en entredicho al conocer realmente lo ocurrido: el hallazgo de un maletín con uranio en el aeropuerto de El Prat. Con lo bonito que les había quedado el cuentecillo de Vandellós...
Estamos aprendiendo a evaluar otras fuentes de información independientes, ajenas a la parafernalia gubernamental y su instrumento de atontamiento masivo.
Eso los pone nerviosos y sinceramente, me encanta. Cada palabra negativa a un portal como los mencionados es una grieta en el imperio de "lo digo a mi conveniencia" que manejan los poderosos de estas tierras. Ya no importa cuantos medios manejen a su antojo, el ciudadano de a pie tiene su propia opinión y cuenta con muchas más fuentes para poder contrastar.
Estamos en el buen camino. Hoy, como algo fuera de lo normal, me siento orgulloso del ser humano.
Saludos.
Jorge.
Vaya, Jorge, no conocía lo que cuentas del tema nuclear, pero es precisamente un ejemplo perfecto para comprender qué es lo que está pasando.
Hemos pasado de un universo con las verdades absolutas que nos contaban o nos querían decir que ocurrían por otro con más realidades paralelas y muchas más fuentes donde beber.
Claro que estamos en el buen camino y esto no ha hecho más que empezar, desde luego.
Saludos
Sí, Fran... a mí me coló la noticia al principio, pues no es la primera vez que ocurre. Pero un "contactillo" de las altas esferas me puso al dia.
Amigos hasta en el infierno, jeje.
Saludos.
Jorge
Pues esas redes sociales o agregadores de noticias o como se definan, no me parecen muy diferentes a los medios tradicionales; casi diría que son hasta peores: El artículo de JAVIER SAMPEDRO tiene mucha razón, con esas redes sociales se está formando un rebaño de pastores que pastorean la voluntad y opiniones de quienes están en esas redes, y el resultado es que cada vez estamos más manipulados y más desinformados, a pesar de que cada día el número de noticias sea más grande y el volumen de información que se genera sea mucho mayor. Los totalitarismos presentes y los venideros, cada día lo tienen más fácil.
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