Si nos atenemos a los hechos, hoy ha sido el día señalado para firmar virtualmente el divorcio entre uno de los matrimonios mejor avenidos de los últimos años.
Mariano Rajoy, líder del PP, ha decidido dar un golpe de timón, echar por la borda a los más radicales de su clan e intentar de nuevo caminar hacia la Moncloa por otra senda, más amigable. Federico Jiménez Losantos, adalid y máximo exponente del agitprop de la izquierda, pero transmutado en la derecha ha decidido separarse de Don Mariano y no darle más cuerda.
Don Federico pretende que la derecha española sea como la izquierda revolucionaria en agitación, propaganda, radicalización y confrontación sin límites. Ahora con el giro de Don Mariano, la derecha que pretende liderar Rajoy, parece ser que se tornará más dialogante, menos radical y más cerca de esa entelequia que todos llaman centro.
Parece que pretenden hacernos creer que se trata de una limpieza de las familias díscolas. Familias ideológicas que, según algunos constituyen un lastre demasiado pesado para ascender hasta el Gobierno.
A estas alturas y en pleno siglo XXI, me parece curioso que alguien siga hablando de ideologías y de ideas en lo político y más aún dentro de una formación donde básicamente son todos del mismo pelaje. Si apenas hay diferencias entre el programa electoral entre la izquierda y la derecha en lo básico, como para pretender encontrar elementos distintos dentro de un mismo partido.
El PSOE que ha estado gobernando esta última legislatura y seguirá gobernando la actual, no ha cometido muchos errores de bulto. Salvo columpiarse con el canon, algunas estupideces típicas del poder y el no saber resolver los problemas heredados de otros gobiernos, no han estado tan mal.
El paro, la vivienda, la especulación galopante, la injusta justicia y que la selección española siempre caiga en cuartos son herencias. Tal como se heredan las cosas de padres a hijos, aquí las heredan los gobiernos siguientes y nadie se hace ilusiones de que algún día se resuelvan. Ya los conocemos.
No sé si este giro que va a dar Don Mariano le servirá para algo. Tampoco me importa mucho, pero tal como he dicho en algunas ocasiones, es bueno que haya una oposición fuerte, sea la que sea a un gobierno para que no se duerma en los laureles.
Don Federico debería plantearse presentarse como candidato a líder del PP y probar suerte con sus tácticas. Para que otros hagan la política que a él le gusta, qué mejor que él mismo para llevarla a cabo. Claro que sería difícil. A los partidos políticos democráticos españoles les asusta la democracia interna porque produce seres libres que no se pueden manipular. Pero como él ya viene manipulado desde casa, quizás podría conseguirlo. ¿Quién sabe?
Ahora que se estaba repitiendo demasiado con sus monólogos típicos contra el PSOE nos sorprende con los nuevos dedicados al PP. Es un crack del humor.
La imagen de Federico Jiménez Losantos la encontré en Kane3.
Mariano Rajoy, líder del PP, ha decidido dar un golpe de timón, echar por la borda a los más radicales de su clan e intentar de nuevo caminar hacia la Moncloa por otra senda, más amigable. Federico Jiménez Losantos, adalid y máximo exponente del agitprop de la izquierda, pero transmutado en la derecha ha decidido separarse de Don Mariano y no darle más cuerda.
Don Federico pretende que la derecha española sea como la izquierda revolucionaria en agitación, propaganda, radicalización y confrontación sin límites. Ahora con el giro de Don Mariano, la derecha que pretende liderar Rajoy, parece ser que se tornará más dialogante, menos radical y más cerca de esa entelequia que todos llaman centro.
Parece que pretenden hacernos creer que se trata de una limpieza de las familias díscolas. Familias ideológicas que, según algunos constituyen un lastre demasiado pesado para ascender hasta el Gobierno.
A estas alturas y en pleno siglo XXI, me parece curioso que alguien siga hablando de ideologías y de ideas en lo político y más aún dentro de una formación donde básicamente son todos del mismo pelaje. Si apenas hay diferencias entre el programa electoral entre la izquierda y la derecha en lo básico, como para pretender encontrar elementos distintos dentro de un mismo partido.
El PSOE que ha estado gobernando esta última legislatura y seguirá gobernando la actual, no ha cometido muchos errores de bulto. Salvo columpiarse con el canon, algunas estupideces típicas del poder y el no saber resolver los problemas heredados de otros gobiernos, no han estado tan mal.
El paro, la vivienda, la especulación galopante, la injusta justicia y que la selección española siempre caiga en cuartos son herencias. Tal como se heredan las cosas de padres a hijos, aquí las heredan los gobiernos siguientes y nadie se hace ilusiones de que algún día se resuelvan. Ya los conocemos.
No sé si este giro que va a dar Don Mariano le servirá para algo. Tampoco me importa mucho, pero tal como he dicho en algunas ocasiones, es bueno que haya una oposición fuerte, sea la que sea a un gobierno para que no se duerma en los laureles.
Don Federico debería plantearse presentarse como candidato a líder del PP y probar suerte con sus tácticas. Para que otros hagan la política que a él le gusta, qué mejor que él mismo para llevarla a cabo. Claro que sería difícil. A los partidos políticos democráticos españoles les asusta la democracia interna porque produce seres libres que no se pueden manipular. Pero como él ya viene manipulado desde casa, quizás podría conseguirlo. ¿Quién sabe?
Ahora que se estaba repitiendo demasiado con sus monólogos típicos contra el PSOE nos sorprende con los nuevos dedicados al PP. Es un crack del humor.
La imagen de Federico Jiménez Losantos la encontré en Kane3.
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