El prodigioso músico cubano Israel López, más conocido como Cachao, falleció el pasado sábado y deja, como todos los grandes músicos, un legado muy especial.
No soy amigo de los obituarios más o menos condescendientes con el finado y por ello, sólo suelo comentar los fallecimientos de aquellas personas que por una u otra razón han significado algo para mí.
Cachao pasó sus últimos años entre concierto y concierto, entre grabación y grabación, como intentando aprovechar hasta el último suspiro de su vida rodeado de música.
Yo lo conocí hace unos años, demasiados ya, en una entrevista que le hicimos para no recuerdo qué medio. He trabajado en tantos que ya se mezclan unos con otros.
Con un aspecto muy jovial, a pesar de su edad y con un sentido del humor muy curioso, nos comentó que su hermano y él habían inventado el son cubano, pero que el ritmo era tan endiablado cuando lo crearon que les pidieron que rebajaran la cadencia para que se pudiera bailar.
Él lo contaba de forma muy graciosa y todavía hoy lo recuerdo.
Afortunadamente ha dejado muchas grabaciones de sus magistrales interpretaciones del contrabajo o del bajo sexto. En el ámbito del jazz latino tiene sesiones impresionantes y en un tipo de música algo más conocida, seguramente lo recordarás en el álbum Mi Tierra de Gloria Estefan.
No voy a caer en el típico tópico de decir aquello de: ¡Ménuda orquesta se montarán ahora en el cielo! Desafortunadamente sólo es una forma de hablar para engañarnos un poco más cada día y para imaginar que ahora los grandes músicos seguirán en algún lugar disfrutando de su pasión.
Nos ha dejado un excepcional músico, pero afortunadamente nos quedan sus grabaciones.
La imagen de Cachao, la encontré en BBC, Mundo.
No soy amigo de los obituarios más o menos condescendientes con el finado y por ello, sólo suelo comentar los fallecimientos de aquellas personas que por una u otra razón han significado algo para mí.
Cachao pasó sus últimos años entre concierto y concierto, entre grabación y grabación, como intentando aprovechar hasta el último suspiro de su vida rodeado de música.
Yo lo conocí hace unos años, demasiados ya, en una entrevista que le hicimos para no recuerdo qué medio. He trabajado en tantos que ya se mezclan unos con otros.
Con un aspecto muy jovial, a pesar de su edad y con un sentido del humor muy curioso, nos comentó que su hermano y él habían inventado el son cubano, pero que el ritmo era tan endiablado cuando lo crearon que les pidieron que rebajaran la cadencia para que se pudiera bailar.
Él lo contaba de forma muy graciosa y todavía hoy lo recuerdo.
Afortunadamente ha dejado muchas grabaciones de sus magistrales interpretaciones del contrabajo o del bajo sexto. En el ámbito del jazz latino tiene sesiones impresionantes y en un tipo de música algo más conocida, seguramente lo recordarás en el álbum Mi Tierra de Gloria Estefan.
No voy a caer en el típico tópico de decir aquello de: ¡Ménuda orquesta se montarán ahora en el cielo! Desafortunadamente sólo es una forma de hablar para engañarnos un poco más cada día y para imaginar que ahora los grandes músicos seguirán en algún lugar disfrutando de su pasión.
Nos ha dejado un excepcional músico, pero afortunadamente nos quedan sus grabaciones.
La imagen de Cachao, la encontré en BBC, Mundo.
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