Esta noche la he pasado siguiendo las elecciones primarias en USA y he asistido en directo a dos noticias que marcarán un antes y un después en el largo proceso democrático que se desarrolla en Estados Unidos para elegir candidatos a presidir la Casa Blanca.
El titular más significativo en el apartado republicano es la nominación matemática del veterano senador por Arizona Mc Cain, que alcanza el número de compromisarios o delegados necesarios para disputar la presidencia a cualquiera de los dos demócratas que todavía están luchando por su candidatura: Obama y Cinton.
En las filas demócratas, aunque los titulares se centren en el resurgir de Hillary Clinton, la realidad es mucho más testaruda y, si bien ganó con claridad en Rhode Island, perdió también con claridad en Vermont, lo que neutraliza su victoria en la batalla de ayer por los estados pequeños.
En los estados grandes de Ohio y Texas que si repartían un buen número de delegados, las cosas estuvieron más repartidas porque Clinton, a pesar de ganar en Ohio, tampoco le sacó una diferencia sustancial en delegados a Obama y si tenemos en cuenta que en Texas, prácticamente hubo tablas y que se repartirán casi el mismo número de compromisarios, la victoria de la ex primera dama tiene un sabor agridulce porque no ha conseguido acercarse mucho a los números que sigue esgrimiendo Obama.
Tras las primarias de ayer y con los datos ya en la mano, podría resumirse la carrera de los demócratas por la nominación en que Hillary despierta de un largo letargo, pero sus mínimas victorias o empates no consiguen igualar los números de Obama.
La próxima cita decisiva en Pensilvanya.
En España no tenemos tanto lío. Es la democracia simplificada. No existen primarias, los candidatos se designan dedocráticamente y se celebran debates presidenciales para elecciones que no son presidenciales, tan sólo parlamentarias.
Este sistema de democracia expréss es para ahorrarle tiempo a los ciudadanos para que puedan ver el fútbol y tomarse tranquilamente sus raciones de gambas y sus cañas en los bares.
La imagen de uno de los debates entre Clinton y Obama, la encontré en Qctimes.
El titular más significativo en el apartado republicano es la nominación matemática del veterano senador por Arizona Mc Cain, que alcanza el número de compromisarios o delegados necesarios para disputar la presidencia a cualquiera de los dos demócratas que todavía están luchando por su candidatura: Obama y Cinton.
En las filas demócratas, aunque los titulares se centren en el resurgir de Hillary Clinton, la realidad es mucho más testaruda y, si bien ganó con claridad en Rhode Island, perdió también con claridad en Vermont, lo que neutraliza su victoria en la batalla de ayer por los estados pequeños.
En los estados grandes de Ohio y Texas que si repartían un buen número de delegados, las cosas estuvieron más repartidas porque Clinton, a pesar de ganar en Ohio, tampoco le sacó una diferencia sustancial en delegados a Obama y si tenemos en cuenta que en Texas, prácticamente hubo tablas y que se repartirán casi el mismo número de compromisarios, la victoria de la ex primera dama tiene un sabor agridulce porque no ha conseguido acercarse mucho a los números que sigue esgrimiendo Obama.
Tras las primarias de ayer y con los datos ya en la mano, podría resumirse la carrera de los demócratas por la nominación en que Hillary despierta de un largo letargo, pero sus mínimas victorias o empates no consiguen igualar los números de Obama.
La próxima cita decisiva en Pensilvanya.
En España no tenemos tanto lío. Es la democracia simplificada. No existen primarias, los candidatos se designan dedocráticamente y se celebran debates presidenciales para elecciones que no son presidenciales, tan sólo parlamentarias.
Este sistema de democracia expréss es para ahorrarle tiempo a los ciudadanos para que puedan ver el fútbol y tomarse tranquilamente sus raciones de gambas y sus cañas en los bares.
La imagen de uno de los debates entre Clinton y Obama, la encontré en Qctimes.
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