Una vez más la ciencia vuelve a soprendernos con este importante avance científico en el campo de la robótica que abrirá las puertas a múltiples aplicaciones en el futuro.
Los protagonistas en este caso son investigadores de la Universidad de Arizona que han conseguido que el cerebro de una polilla conectada a electrodos pueda mover y dirigir un robot.
Una vez más se pone de manifiesto que la naturaleza es la principal fuente de inspiración para la ciencia en general y la robótica en particular.
La imagen del robot la encontré en Tendencias 21.
Los protagonistas en este caso son investigadores de la Universidad de Arizona que han conseguido que el cerebro de una polilla conectada a electrodos pueda mover y dirigir un robot.
Una vez más se pone de manifiesto que la naturaleza es la principal fuente de inspiración para la ciencia en general y la robótica en particular.
La imagen del robot la encontré en Tendencias 21.
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