Esta semana que termina hemos asistido al cierre definitivo, clausura o punto final del Ballet de Gran Canaria, una iniciativa de la anterior mayoría gobernante en el Cabildo de la isla y cuyo planteamiento tenía buena pinta, auque la puesta en marcha y su posterior desarrollo dejó mucho que desear y convirtió una buena idea en un regalo más a los amiguetes del PP en la isla.
En síntesis se trataba de crear un ballet para promocionar a los valores grancanarios del ramo y que tuvieran una buena proyección fuera. Algo que se quedó en papel mojado al constatar que de los 22 integantes del ballet, tan sólo 2 eran de la isla que hacía el esfuerzo económico por ponerlo en marcha y para promocionar los valores locales.
Por otro lado, la decisión se tomó en las postrimerías de la legislatura, precipitadamente y sin una base consistente lo que derivó en la creación de un nuevo enclave para agradecer a los adlateres los servicios prestados y dejarlos colocaditos ante lo que pensaban que se les venía encima como posteriormente sucedió.
La anterior corporación cabildicia ha tirado a la basura miles y miles de euros con proyectos que se han quedado en nada, no sirven para nada o simplemente no los necesitan sus ciudadanos. Pero como el presidente del Cabildo saliente dilapidó como un manirroto los caudales de la isla, han puesto en sus manos ahora los caudales de todas las islas.
Pienso que apostar por la cultura es bueno, siempre y cuando se apueste con los pies en la tierra y no haciendo filigranas de filibustero para engañar a la ciudadanía.
En la imagen, familiares de los integrantes del ballet de Gran Canaria increpan a la consejera del Cabildo Luz Cabellero. La foto la encontré en Caspacanaria.
En síntesis se trataba de crear un ballet para promocionar a los valores grancanarios del ramo y que tuvieran una buena proyección fuera. Algo que se quedó en papel mojado al constatar que de los 22 integantes del ballet, tan sólo 2 eran de la isla que hacía el esfuerzo económico por ponerlo en marcha y para promocionar los valores locales.
Por otro lado, la decisión se tomó en las postrimerías de la legislatura, precipitadamente y sin una base consistente lo que derivó en la creación de un nuevo enclave para agradecer a los adlateres los servicios prestados y dejarlos colocaditos ante lo que pensaban que se les venía encima como posteriormente sucedió.
La anterior corporación cabildicia ha tirado a la basura miles y miles de euros con proyectos que se han quedado en nada, no sirven para nada o simplemente no los necesitan sus ciudadanos. Pero como el presidente del Cabildo saliente dilapidó como un manirroto los caudales de la isla, han puesto en sus manos ahora los caudales de todas las islas.
Pienso que apostar por la cultura es bueno, siempre y cuando se apueste con los pies en la tierra y no haciendo filigranas de filibustero para engañar a la ciudadanía.
En la imagen, familiares de los integrantes del ballet de Gran Canaria increpan a la consejera del Cabildo Luz Cabellero. La foto la encontré en Caspacanaria.
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