La impresentable dictadura que mantiene al pueblo de Marruecos sometida desde hace ya demasiado tiempo sigue intentando maquillar sin mucho éxito sus prácticas feudales celebrando una pantomima en la que ganó por goleada la abstención.
La infecta dictadura cree que el término elecciones democráticas es como una varita mágica que convierte automáticamente a una familia de genocidas en demócratas de toda la vida. Curiosamente George Bush todavía no ha dado la orden para intervenir en Marruecos, como lo hizo en Irak, para destituir un régimen que está acabando con miles y miles de marroquíes y de miles y miles de saharahuis a los que mantienen sojuzgados en contra de todas las resoluciones de la ONU que no puede celebrar un referéndum de autodeterminación hace más de 30 años.
Resulta impresentable comprobar como una vez más un país genocida y al margen de la ley sigue machacando a un pueblo y el resto del mundo se dedica a silbar y mirar a otro lado mientras miles de personas arriesgan su vida y muchos de ellos la pierden intentando salir del infierno. De asco.
En la imagen unos ciudadanos marroquíes haciendo turismo con la prestigiosa empresa de pateras del vomitivo Mohamed VI. La encontré en La Voz de Galicia.
La infecta dictadura cree que el término elecciones democráticas es como una varita mágica que convierte automáticamente a una familia de genocidas en demócratas de toda la vida. Curiosamente George Bush todavía no ha dado la orden para intervenir en Marruecos, como lo hizo en Irak, para destituir un régimen que está acabando con miles y miles de marroquíes y de miles y miles de saharahuis a los que mantienen sojuzgados en contra de todas las resoluciones de la ONU que no puede celebrar un referéndum de autodeterminación hace más de 30 años.
Resulta impresentable comprobar como una vez más un país genocida y al margen de la ley sigue machacando a un pueblo y el resto del mundo se dedica a silbar y mirar a otro lado mientras miles de personas arriesgan su vida y muchos de ellos la pierden intentando salir del infierno. De asco.
En la imagen unos ciudadanos marroquíes haciendo turismo con la prestigiosa empresa de pateras del vomitivo Mohamed VI. La encontré en La Voz de Galicia.
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