Conforme van pasando las horas y vamos conociendo los detalles del abandono del líder del Tour de Francia hasta ayer, Michael Rasmussen, se van agotando nuestras reservas de asombro y este caso pasará a los anales de la historia del Tour como uno de los más kafkianos que se recuerdan.
En ciclismo se está endureciendo tanto el tema del doping que ya te echan a la calle por meras sospechas sin confirmar. Recordemos que Rasmussen no ha dado positivo todavía en la carrera y por lo tanto no es culpable de haberse dopado.
La historia de su abandono forzado por el propio Rabobank, su equipo, comienza en los micrófonos de la RAI italiana donde ejerce de comentarista el ex cilista Davide Cassani que aseguró haberlo visto entrenando entre Giro y Tour en Los Dolomitas italianos, mientras Rasmussen aseguraba que estaba entrenando en México, tal como le comunicó a su equipo. Este hecho es insignificante a no ser que el estar en México o en Italia le hubiera permitido saltarse algunos controles antidoping.
Rasmussen sigue asegurando que estuvo en México, su equipo dice que miente y antes de hacer las comprobaciones de rigor para comprobar una cosa u otra, le invitan a abandonar el Tour, por mentir, según dicen. Curiosamente Rasmussen no se defiende y se marcha sin rechistar, en lugar de exigir que se compruebe su argumentación o que se espere a ver si en alguna etapa da positivo.
Y hablando de positivos: el segundo positivo del Tour, Moreni del equipo Cofidis, no sé para qué se estaba dopando porque el día que dió positivo, la etapa de la crono de Albi, iba a 56 minutos del líder y cuando lo detectaron ya iba a 1 hora y 56 minutos. Si te dopas para quedar a tanta distancia, mejor no lo hagas, creo yo.
A todo esto, el maillot amarillo vuelve a la carrera, aunque en esta ocasión a hombros del español Alberto Contador, un gran corredor al que seguramente la victoria le sabrá algo amarga al haberlo conseguido de este modo, aunque lo merezca. (En la foto que encontré en El Mundo)
Si el Tour sigue en esta senda surrealista, es probable que el año que viene aparte de los controles anti doping, usen polígrafos para averiguar la veracidad de las afirmaciones de los corredores.
En teoría el desenlace de este Tour se conocerá este domingo en París pero, tal como van las cosas, es posible que lo conozcamos antes en cualquiera de los puestos de la Gendarmería francesa de aquí a la capital gala.
Como a partir de ahora ya se elimina a la gente por mentir o manipular la verdad, parece ser que mañana no tomará la salida Federico Jiménez Losantos ni El Plural, ni algunos más... del Gobierno de Canarias, por ejemplo.
En ciclismo se está endureciendo tanto el tema del doping que ya te echan a la calle por meras sospechas sin confirmar. Recordemos que Rasmussen no ha dado positivo todavía en la carrera y por lo tanto no es culpable de haberse dopado.
La historia de su abandono forzado por el propio Rabobank, su equipo, comienza en los micrófonos de la RAI italiana donde ejerce de comentarista el ex cilista Davide Cassani que aseguró haberlo visto entrenando entre Giro y Tour en Los Dolomitas italianos, mientras Rasmussen aseguraba que estaba entrenando en México, tal como le comunicó a su equipo. Este hecho es insignificante a no ser que el estar en México o en Italia le hubiera permitido saltarse algunos controles antidoping.
Rasmussen sigue asegurando que estuvo en México, su equipo dice que miente y antes de hacer las comprobaciones de rigor para comprobar una cosa u otra, le invitan a abandonar el Tour, por mentir, según dicen. Curiosamente Rasmussen no se defiende y se marcha sin rechistar, en lugar de exigir que se compruebe su argumentación o que se espere a ver si en alguna etapa da positivo.
Y hablando de positivos: el segundo positivo del Tour, Moreni del equipo Cofidis, no sé para qué se estaba dopando porque el día que dió positivo, la etapa de la crono de Albi, iba a 56 minutos del líder y cuando lo detectaron ya iba a 1 hora y 56 minutos. Si te dopas para quedar a tanta distancia, mejor no lo hagas, creo yo.
A todo esto, el maillot amarillo vuelve a la carrera, aunque en esta ocasión a hombros del español Alberto Contador, un gran corredor al que seguramente la victoria le sabrá algo amarga al haberlo conseguido de este modo, aunque lo merezca. (En la foto que encontré en El Mundo)
Si el Tour sigue en esta senda surrealista, es probable que el año que viene aparte de los controles anti doping, usen polígrafos para averiguar la veracidad de las afirmaciones de los corredores.
En teoría el desenlace de este Tour se conocerá este domingo en París pero, tal como van las cosas, es posible que lo conozcamos antes en cualquiera de los puestos de la Gendarmería francesa de aquí a la capital gala.
Como a partir de ahora ya se elimina a la gente por mentir o manipular la verdad, parece ser que mañana no tomará la salida Federico Jiménez Losantos ni El Plural, ni algunos más... del Gobierno de Canarias, por ejemplo.
1 comentario:
Hola el mejor deportista que tiene España inyeccion de plastico
Publicar un comentario