El cachondeo de la ADSL en España - Crónicas de Esperantia

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martes, 17 de julio de 2007

El cachondeo de la ADSL en España

Es justo felicitar a aquellos que están consiguiendo que el analfabetismo tecnológico en nuestro país alcance cotas inimaginables y que algunos sigan sisando a manos llenas a los que a pesar de los primeros intantamos seguir en la senda.

Actualmente y según el último estudio somos el penúltimo país en la OCDE en el segundo país más caro en líneas ADSL. Afortunadamente no comentan nada de la calidad porque seguramente estaríamos a la cola. La fundación Orange resuelve este problema con su propio estudio que coloca a España en el vagón de cola.

La respuesta española no se ha hecho esperar y el presidente del Gobierno aseguró que antes de fin de año todos los ciudadanos españoles, independientemente de su lugar de residencia, tendrían la opción a ser timados en las líneas ADSL con precios vergonzosos y calidades escandalosas.

Noticias algo esperanzadoras en un país en donde se considera tecnología punta que te puedas descargar en el móvil el último vómito musical del verano.

Sin embargo, El presidente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones Reinaldo Rodríguez piensa que vivimos en el país de las maravillas y que las conexiones y los precios son de los más interesante en nuestro país. Supongo que se referirá a la posibilidad de contratar ADSL en Francia o Dinamarca. Todavía no tengo muy claro si este individuo es muy listo o muy tonto.

J.R. Mora también le dedica una viñeta a este triste episodio de la historia de España.

La imagen la encontré en Gestiona Digital.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Hola, Fran!

¿Qué tal? Mira tú qué casualidad que el mismo día que has publicado este pedazo de artículo sobre el estado de la banda ancha en España resulta que yo llevo una semana de auténtica pesadilla con quizá uno de los peores servicios que he recibido en años y me puse a compartir un artículo en el mismo día! Y cómo no, con los mismos culpables de siempre. ¿Hasta cuándo? (Sigh)

A ver cuánto dura la situación, antes de que lo dejemos ya por imposible...