A tres días de la cita electoral y autonómica en Canarias, según veo, van a cambiar algunas cosas en el panorama político. Tal como comenté hace unos días, creo que la alcaldía de Las Palmas dejará de ser el rancho del PP y de sus amigos y novietes que han convertido la ciudad en parte de sus empresas e intereses. En el Cabildo, creo que el miserable presidente del PP de Canarias dejará de humillar a todos los isleños también a partir de este domingo.
La incógnita está en el gobierno regional porque la composición del nuevo gabinete depende de si Coalición Canaria y Partido Popular de Canarias, Coalición Popular, para entendernos, conseguirán reeditar el pacto de la corrupción que tan bien les ha ido a ellos y a sus amiguetes, desviando fondos, servicios y detrayendo dinero público de las necesidades del resto de los ciudadanos. Tienen mucho que ganar o perder si esto sucede porque hay muchos individuos que se presentan en esta abyecta coalición que están en capilla para sentarse en el banquillo y sólo la materialización del nuevo pacto de la corrupción los alejaría de las cárceles porque seguirían tapándose sus vergüenzas mutuas y escondiendo cuidadósamente los cadáveres políticos que guardan celósamente en sus respectivos armarios.
Yo no tenía intención de ir a votar, pero creo que es necesario hacer un esfuerzo y anque no me guste mucho el sistema, pienso que otros cuatro años de corrupción en Canarias, terminarían bastante mal para todos los ciudadanos.
El domingo a partir de las 20.00 horas saldremos de dudas y sabremos si los cocodrilos siguen o se marchan definitivamente a sus cárceles de confianza. Lo seguiremos en directo a través de streaming con los compañeros de Canarias Bruta. Promete ser una velada interesante.
La imagen la encontré en El gusano de luz.
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