Llega un nuevo 1 de Mayo, en teoría día del Trabajo, pero a no ser por la prensa que nos lo recuerda, sería un día más en el calendario que pasaría sin pena ni gloria a no ser por algunas manifestaciones aisladas cada vez menos concurridas.
En una época en la que el trabajo digno es rara avis y las empresas más miserable se aprovechan de unas condiciones infames para seguir apretando las tuercas a sus esclavos, un día como el de hoy pierde toda su trascendencia al comprobar como año tras año se siguen recortando los logros conseguidos por los trabajadores.
Algunas empresas dignas siguen ofreciendo un trato excelente a sus trabajadores, pero, si echas un vistazo, cada vez van quedando menos, desgraciadamente. La mayoría han caído en brazos de la neoliberalización en donde un obrero es un simple peón desechable y prescindible.
Ayer curiosamente tuve la ocasión de ver un documental en Docu TVE , El efecto Iguazú, que recreaba los 187 días de vida del campamento que trabajadores de Sintel mantuvieron e al año 2001 en el paseo de la Castellana en Madrid para luchar por sus derechos. Desgraciadamente 6 años después no se ha resuelto su contencioso y amenazan con volver a las movilizaciones.
El caso: Telefónica decide vender y quitarse de encima a 1.800 trabajadores de la empresa Sintel, y deja a miles de familias en la calle.
En una época en la que el trabajo digno es rara avis y las empresas más miserable se aprovechan de unas condiciones infames para seguir apretando las tuercas a sus esclavos, un día como el de hoy pierde toda su trascendencia al comprobar como año tras año se siguen recortando los logros conseguidos por los trabajadores.
Algunas empresas dignas siguen ofreciendo un trato excelente a sus trabajadores, pero, si echas un vistazo, cada vez van quedando menos, desgraciadamente. La mayoría han caído en brazos de la neoliberalización en donde un obrero es un simple peón desechable y prescindible.
Ayer curiosamente tuve la ocasión de ver un documental en Docu TVE , El efecto Iguazú, que recreaba los 187 días de vida del campamento que trabajadores de Sintel mantuvieron e al año 2001 en el paseo de la Castellana en Madrid para luchar por sus derechos. Desgraciadamente 6 años después no se ha resuelto su contencioso y amenazan con volver a las movilizaciones.
El caso: Telefónica decide vender y quitarse de encima a 1.800 trabajadores de la empresa Sintel, y deja a miles de familias en la calle.
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