Desde la semana pasada estamos viviendo en nuestro país unas jornadas cuya tensión se puede cortar con un cuchillo. La excarcelación del etarra Ignacio De Juana Chaos para que no muriera en la cárcel ha propiciado que muchos ciudadadanos que pasaban de la política y seguían pidiendo sus raciones de gambas y sus cañas sin importarles mucho lo que hiciera o deshiciera el Gobierno, se vayan sumando al debate y, algo que seguramente pensaban desde la Moncloa que pasaría sin pena ni gloria por informativos y prensa, les ha estallado en las manos y ahora se encuentran con una patata caliente que, según mi opinión les va a costar caro en las próximas elecciones.
Pero, vayamos por partes: Todos estamos de acuerdo que De Juana es un asesino redomado y que merece estar en la cárcel por las 25 personas que se llevó por delante en sus atentados, pero como tenemos las leyes que tenemos De Juana no estaba en la cárcel por esos crímenes por los que ya había pagado unos años. Estaba en la cárcel por los escritos en medios afines en los que según se le condenó, promovía el terrorismo y señalaba a personas determinadas como culpables.
Estos últimos días estoy oyendo opinar a personas que nunca hablan de actualidad, ni de política ni les importa mucho estas cosas de gobiernos, políticos y dicen ser más felices sin enterarse. Es un buen dato para saber que este tema sigue y seguirá en el debate de la calle durante bastante tiempo.
En mi opinión, nuestro código penal es manifiestamente mejorable y los continuos cambios de gobierno y de tendencia han creado un mix extraño donde, según mi opinión, se deben mejorar muchas cosas. Por ejemplo lo concerniente a personajes como De Juana, que aunque nos produzca asco su excarcelación, no deja de ser una medida del Gobierno para aliviarle la segunda pena, la de los artículos escritos en Gara. La pena que le habían puesto por los crímenes ya la había cumplido según la aplicación de la ley.
El fin de semana asistiremos a nuevos capítulos de este debate con la convocatoria de una nueva manifestación de protesta en Madrid y la recomendación de colocar banderas nacionales y autonómicas en los balcones con crespones negros para mostrar la indignación.
Creo que no nos merecemos los políticos que tenemos ni a uno ni a otro lado, pero es lo que hay. Los españoles somos sufridores históricos y aguantamos lo que sea.
La imagen del etarra en una de sus múltiples comparecencias en la Audiencia Nacional la encontré en Milenio.
Estos últimos días estoy oyendo opinar a personas que nunca hablan de actualidad, ni de política ni les importa mucho estas cosas de gobiernos, políticos y dicen ser más felices sin enterarse. Es un buen dato para saber que este tema sigue y seguirá en el debate de la calle durante bastante tiempo.
En mi opinión, nuestro código penal es manifiestamente mejorable y los continuos cambios de gobierno y de tendencia han creado un mix extraño donde, según mi opinión, se deben mejorar muchas cosas. Por ejemplo lo concerniente a personajes como De Juana, que aunque nos produzca asco su excarcelación, no deja de ser una medida del Gobierno para aliviarle la segunda pena, la de los artículos escritos en Gara. La pena que le habían puesto por los crímenes ya la había cumplido según la aplicación de la ley.
El fin de semana asistiremos a nuevos capítulos de este debate con la convocatoria de una nueva manifestación de protesta en Madrid y la recomendación de colocar banderas nacionales y autonómicas en los balcones con crespones negros para mostrar la indignación.
Creo que no nos merecemos los políticos que tenemos ni a uno ni a otro lado, pero es lo que hay. Los españoles somos sufridores históricos y aguantamos lo que sea.
La imagen del etarra en una de sus múltiples comparecencias en la Audiencia Nacional la encontré en Milenio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario