Hoy he mirado y remirado noticias e informaciones y, aunque hay mucho de casi todo, nada me ha inspirado para escribir sobre ello. Como suelo hacer de vez en cuando, me pongo a escribir sin rumbo fijo y vuelvo a una técnica que me ha dado muy buenos resultados cuando escribo ficción.
El truco consiste en escribir sobre todo lo que te ocurre en una especie de diario en el que vas contando cosas, la mayoría sin sentido o sin importancia, pero que van llenando el espacio en blanco y en algún momento, palabras, frases o ideas en un principio inconexas, cobran sentido juntas, ligan perfectamente y dan pié a algo más elaborado. Lo malo que tiene esta técnica es que la mayor parte de lo que escribes es basura o va directamente a la basura por razones obvias, pero en casi todos los casos consigues extraer algún jugo.
Es algo así como buscar oro. Vas metiendo en el cedazo montones de palabras y, con paciencia y unos cuantos cafés, algunos cigarros y alguna que otra interrupción, ves una que es valiosa o que junto a otra, pueden crear algo que merezca la pena. Tiras el resto y con las palabras buenas y las frases que crees que pueden funcionar, escribes algo coherente que quizás con un poco de decoración, podrán funcionar en un conjunto más elaborado.
Llevo varios meses intentando terminar mi novela. De hecho ya la he terminado completamente 3 veces, pero me he metido en tal laberinto que ahora mismo no me decido por uno de los tres finales. Incluso he pensando dejar los tres finales y que cada cual elija el suyo.
Estas elucubraciones calenturientas me han llevado también a pensar que en el blog le estoy dedicando demasiado tiempo a la actualidad en general y que todo son comentarios de hechos que ocurren o impresiones personales sobre noticias cotidianas y estoy dejando de lado algo que me gusta mucho: inventar, fantasear, crear y dar rienda suelta a mi imaginación.
Así que a partir de ahora encontrarás algunos apuntes, notas o post que irán en esa línea.
La imagen la encontré en Swisslatin.
El truco consiste en escribir sobre todo lo que te ocurre en una especie de diario en el que vas contando cosas, la mayoría sin sentido o sin importancia, pero que van llenando el espacio en blanco y en algún momento, palabras, frases o ideas en un principio inconexas, cobran sentido juntas, ligan perfectamente y dan pié a algo más elaborado. Lo malo que tiene esta técnica es que la mayor parte de lo que escribes es basura o va directamente a la basura por razones obvias, pero en casi todos los casos consigues extraer algún jugo.
Es algo así como buscar oro. Vas metiendo en el cedazo montones de palabras y, con paciencia y unos cuantos cafés, algunos cigarros y alguna que otra interrupción, ves una que es valiosa o que junto a otra, pueden crear algo que merezca la pena. Tiras el resto y con las palabras buenas y las frases que crees que pueden funcionar, escribes algo coherente que quizás con un poco de decoración, podrán funcionar en un conjunto más elaborado.
Llevo varios meses intentando terminar mi novela. De hecho ya la he terminado completamente 3 veces, pero me he metido en tal laberinto que ahora mismo no me decido por uno de los tres finales. Incluso he pensando dejar los tres finales y que cada cual elija el suyo.
Estas elucubraciones calenturientas me han llevado también a pensar que en el blog le estoy dedicando demasiado tiempo a la actualidad en general y que todo son comentarios de hechos que ocurren o impresiones personales sobre noticias cotidianas y estoy dejando de lado algo que me gusta mucho: inventar, fantasear, crear y dar rienda suelta a mi imaginación.
Así que a partir de ahora encontrarás algunos apuntes, notas o post que irán en esa línea.
La imagen la encontré en Swisslatin.
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