Con el tiempo, según dicen, uno va perdiendo su capacidad de asombro. En mi caso, creo que hay pocas cosas que puedan sorprenderme. Al individuo que ha perpetrado la programación más infame de la Televisión Canaria, ha puesto sus índices de audiencia a la altura del betún, ha colocado sus informativos en cotas nunca antes inimaginables lo ascienden (supongo que será un ascenso) al puesto de Director de Radio Nacional.Al personaje en cuestión no lo conozco. Sólo he observado su paso por el ente público canario y me compadezco de los compañeros de Radio Nacional porque si va a demostrar su valía en la radio pública, mejor que empiecen a ponerle velas a todos los santos que conozcan. Es la única solución que se me ocurre para salvarlos.
Los amigos de Canarias Bruta cuentan algunos detalles de su paso por estos lares televisivos y si yo trabajara en Radio Nacional me echaría a temblar.
Creo que el Gobierno quiere acabar definitivamente con Radio Nacional y como sería demasiado evidente prenderle fuego, han decidido ser más sutiles y colocar una termita dentro para que se encargue del derribo.
La imagen de la antena de Radio Nacional la encontré en AVInternacional.
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1 comentario:
Por lo que cuentas, sólo le faltó poner una bomba en la tele canaria. Si lo hubiera hecho, igual lo nombran hasta rey.
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