Lo bueno que tiene el mantener un blog es que nadie te dice sobre qué debes escribir ni con que frecuencia.
Hay días en los que tengo o encuentro argumentos para escribir varios post y otras en las que por mucho que me esfuerzo no encuentro nada aceptable que me mueva a escribir algunas líneas.
Ahora por ejemplo me apetece hacer mi propia reflexión sobre un par de noticias que me andan martilleando en la cabeza hace algunas jornadas.
La primera es la extraña guerra que se ha montado entre Israel y el Líbano por hechos que ya están casi olvidados desgraciadamente, pero que siguen haciendo correr ríos de sangre entre ciudadanos inocentes de uno y otro lado de la frontera.
Estoy de acuerdo en que un país, en este caso Israel deba defenderse ante ataques indiscriminados, pero que esos ataques se ceben en inocentes no me parece tan justificado.
Reconozco que la zona y sus conflictos endémicos no invite a el apaciguamiento de los ánimos y a la serenidad a la hora de tomar decisiones, pero como en tantas ocasiones creo que se vuelve a intentar apagar un fuego con gasolina.
Quizás la solución perfecta no exista a corto plazo, pero con la escalada violenta que sube enteros a diario no se va a conseguir mejorar la situación. Por lo que vengo observando, la situación mejora y empeora casi con la misma velocidad para volver a la situación de siempre: el conflicto abierto. ¿Acaso deberíamos preguntarnos quién o por qué mantiene este status nauseabundo de guerra perpétua?
La otra de las noticias de más o menos actualidad que me gustaría comentar es la referente al sumario sobre el atentado del 11-M de 2004 en Madrid. Suena absolutamente extraño, surrealista y kafkiano que se quiera cerrar un sumario después de dos años sin que todavía a esta hora sepamos qué es lo que ocurrió realmente. A la matraquilla conspiranoide del PP y su trompetería mediática no se responde con argumentaciones sólidas para zanjar las teorías que un día sí y otro también aventuran los medios contrarios al Gobierno.
Hasta el momento no tengo ningún dato sólido y concluyente que me haga pensar que hubo una conspiración, pero tampoco tengo ni una sola afirmación que me convenza de que no la hubo. Está todo exactamente igual que el 11 de Marzo: Indicios, pruebas cogidas con pinzas, argumentos extraños, culpabilidades injustificadas, hechos no probados...etc.
El Gobierno de todos modos disfruta de un merecido descanso y puede darse un respiro. Y no es porque haya llegado el verano. No: Federico Jiménez Losantos, está de vacaciones.
La imagen la encontré en Lógica y Falacias.
Hay días en los que tengo o encuentro argumentos para escribir varios post y otras en las que por mucho que me esfuerzo no encuentro nada aceptable que me mueva a escribir algunas líneas.
Ahora por ejemplo me apetece hacer mi propia reflexión sobre un par de noticias que me andan martilleando en la cabeza hace algunas jornadas.
La primera es la extraña guerra que se ha montado entre Israel y el Líbano por hechos que ya están casi olvidados desgraciadamente, pero que siguen haciendo correr ríos de sangre entre ciudadanos inocentes de uno y otro lado de la frontera.
Estoy de acuerdo en que un país, en este caso Israel deba defenderse ante ataques indiscriminados, pero que esos ataques se ceben en inocentes no me parece tan justificado.
Reconozco que la zona y sus conflictos endémicos no invite a el apaciguamiento de los ánimos y a la serenidad a la hora de tomar decisiones, pero como en tantas ocasiones creo que se vuelve a intentar apagar un fuego con gasolina.
Quizás la solución perfecta no exista a corto plazo, pero con la escalada violenta que sube enteros a diario no se va a conseguir mejorar la situación. Por lo que vengo observando, la situación mejora y empeora casi con la misma velocidad para volver a la situación de siempre: el conflicto abierto. ¿Acaso deberíamos preguntarnos quién o por qué mantiene este status nauseabundo de guerra perpétua?
La otra de las noticias de más o menos actualidad que me gustaría comentar es la referente al sumario sobre el atentado del 11-M de 2004 en Madrid. Suena absolutamente extraño, surrealista y kafkiano que se quiera cerrar un sumario después de dos años sin que todavía a esta hora sepamos qué es lo que ocurrió realmente. A la matraquilla conspiranoide del PP y su trompetería mediática no se responde con argumentaciones sólidas para zanjar las teorías que un día sí y otro también aventuran los medios contrarios al Gobierno.
Hasta el momento no tengo ningún dato sólido y concluyente que me haga pensar que hubo una conspiración, pero tampoco tengo ni una sola afirmación que me convenza de que no la hubo. Está todo exactamente igual que el 11 de Marzo: Indicios, pruebas cogidas con pinzas, argumentos extraños, culpabilidades injustificadas, hechos no probados...etc.
El Gobierno de todos modos disfruta de un merecido descanso y puede darse un respiro. Y no es porque haya llegado el verano. No: Federico Jiménez Losantos, está de vacaciones.
La imagen la encontré en Lógica y Falacias.
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