El pito de cemento armado y el perro lazarillo de oro todavía en juego

El otro día hablábamos de árbitros manifiestamente mejorables que cometieron una serie de crímenes en los respectivos partidos que perpetraron, pero hoy hay un nuevo líder en el trofeo al pito de cemento armado y el perro lazarillo de oro a árbitros cegatos. Existe el trofeo al jugador más goleador, al portero menos goleado, ¿por qué no establecer el trofeo al peor árbitro del torneo?

El diodeno de árbitro que va en cabeza es Michel Lubos, eslovaco. Se encargó de torturar en el partido México - Portugal Era tan malo que si hubiera alguna duda sobre si alguno de los dos equipos le hubiera pagado, no se podría llegar a definir cúal de ellos fue el que le soltó la pasta porque perjudicó a los dos con acciones que serían constitutivas de delito y llevarían al talego en condiciones normales. Tarjetas amarillas por gilipolleces, penaltis que son que no pita, piscinazos dudosos que castiga y un sin fin de tropelías, según me comenta indignado Ramón Rey.

Miguel Acín en un comentario sobre los árbitros mencionaba la imposibilidad de tener una visión completa de una jugada, pero ante esto, creo que la FIFA, debería poner remedio y buscar soluciones alternativas como la visión de las jugadas dudosas y la discusión y resolución efectiva antes de favorecer o perjudicar a equipos que se la juegan en cada lance del partido.

En la foto, el ínclito Michel lubos, un fenómeno del arbitraje digno de estudio. La encontré en la página oficial de la FIFA para el campeonato del Mundo. Por cierto. ¿Te has fijado en el parecido que tiene este árbitro con el actor estadounidense Willen Dafoe?