La sentada por una vivienda digna fracasó porque no había botellón

A los españoles nos da igual el problema de la vivienda porque todos vivimos en palacios principescos. Por ello la sentada que se convocó por una vivienda digna no le llegó a preocupar a casi nadie que se quedó en su casita, se fue a la playa o al campo a disfrutar de una jornada de asueto merecida.

Los datos van desde las 2000 personas que parece que acudieron a la convocatoria en Madrid hasta las 16 que se vieron en Palma de Mallorca, según la información que recoge la crónica de El Mundo.

Los datos que facilita El Manifestódromo de la cita en Madrid, son igual de desalentadores.

En Las Palmas de Gran Canaria, donde vivo, no sé qué pasó. Las ediciones digitales que he consultado no dicen nada. Igual no fue nadie. Yo estaba fuera y no pude ir.

Bueno. No hay que ser pesimistas del todo. Esta convocatoria ha servido para algo. Ahora los franceses ya saben que no pueden contar con los españoles para sus reivindicaciones sociales porque estamos siempre muy ocupados con los botellones, la telebasura, el fútbol e irnos de cañas.

Ante esta realidad tan palmaria de la sociedad española, el Gobierno podría arreglar de una vez dos problemas acuciantes: el botellón y la vivienda. La solución es fácil: Se le regala a cada ciudadano una caja grande de botellas de whisky y cuando se las beba, que use la caja como vivienda.

La imagen la encontré en el diario El Mundo.