La expulsión de la COPE del Estudio General de Medios es una mala noticia

En las últimas horas hemos conocido la decisión democrática que ha tomado la AIMC de expulsar a la Cadena COPE del Estudio General de Medios. (82 Si, 26 No, 3 en blanco). En este punto no tengo ninguna objeción porque los datos son claros. La mala noticia está en que se expulse a la segunda cadena de radio que queda ahora fuera del juego de las audiencias con el perjuicio que este hecho supone.

No voy a repetirme aqui una y otra vez sobre la línea editorial de la COPE o de sus prácticas informativas que no comparto en absoluto, sino en el hecho de que, de una u otra forma, se está apartando del juego a un actor importante.

Esta práctica no beneficia en nada a la libertad de información o de expresión porque está limitando un derecho a una parte fundamental, a tenor de sus datos de audiencia, del panorama radiofónico. Será necesario repetir una vez más la frase de Voltaire que dijo "No estoy de acuerdo con tus ideas, pero daré mi vida para que puedas expresarlas" que una y otra vez nos da la razón a áquellos que pensamos que todas las voces tienen cabida en la democracia que con tanto sufrimiento hemos conquistado entre todos.

Los señores de la COPE tienen el derecho y el deber de decir lo que les venga en gana con el único límite que dicten los tribunales a los que cualquiera que se sienta agraviado puede acudir para exigir sus drechos constitucionales en los que está amparado como ciudadano español.

No estoy defendiendo aquí la línea editorial o informativa de la COPE, de las que me separa un abismo. Estoy defendiendo su derecho a expresar libremente sus ideas siempre que respeten los límites que marca el Estado de Derecho y la Constitución.

La AIMC ha decidido expulsar a la COPE por el contencioso con su director de deportes, José Antonio Abellán que investigó y, según tengo entendido, demostró que existían manifiestas irregularidades en torno a la elaboración de las encuestas que hasta el momento permiten conocer las audiencias en radio.

La AIMC ha optado por expulsar a la COPE sin más y no se ha puesto a investigar por qué existen las irregularidades que sacó a la luz José Antonio Abellán, subsanarlas y evitarlas en posteriores entregas del EGM.

Creo que lo lógico sería buscar el por qué se dan esas irregularidades y atajarlas y no la opción por la que se han decantado que además incluye la publicación una semana más tarde del EGM que incluirá algunas de las encuestas irregulares que realizaron Abellán y sus colaboradores.

Tampoco voy a defender aquí a Abellan y a su equipo. Entre otras cosas porque no conozco de primera mano exactamente cómo han llevado a cabo las investigaciones, pero creo que antes de proceder a las expulsiones, deberían intentar determinar si existen tales irregularidades.

No me cabe otra cosa que lamentar la mala noticia que supone la expulsión de la COPE o de cualquier cadena que tras este hecho verá cercenada su libertad de actuación. Veremos a ver como se suceden los acontecimientos y qué repercusiones tendrá este hecho.

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