Según he leído en Desinformados, la Iglesia Católica está preocupada ante la popularidad que está alcanzando el Evangelio de Júdas Iscariote, según se acerca el 6 de Abril, fecha en la que se harán públicos en Washington los contenidos de los 26 manuscritos coptos encontrados en la década de los 70 y que han pasado de mano en mano hasta su completa traducción.
Se trata en resumen de una visión del Evangelio desde el punto de vista de Judas Iscariote, el apóstol que, según la tradición cristiana, traicionó a Jesucristo, vendíendolo por 30 monedas.
Según las informaciones, parece ser que se van a anunciar algunas sorpresas. De hecho la revista National Geographic tiene previsto lanzar un número extra sobre el tema.
Hasta aquí la información resumida que, básicamente, he extraído de las fuentes reseñadas.
Creo que la Iglesia debería de una vez por todas hacer una completa revisión de todos los textos que se refieren a la vida y milagros, nunca mejor dicho, de Jesucristo para ofrecer una visión menos parcial e interesada de lo que ocurrió o no llegó a ocurrir. Quizás en ese momento llegaríamos a comprender muchas de las claves que permanecen ocultas o durmiendo en el terreno de la fé.
A mi personalmente, la figura de Jesucristo, cuya existencia, recordemos, no ha sido probada científicamente, me parece apasionante, sea el compendio de la vida de varios hombres a lo largo de algún tiempo o de uno sólo, según reza la tradición, pero la filosofía que a grandes rasgos encierran sus enseñanzas creo que, encendieron una llama que desgraciadamente muchos intentan apagar, distorsionando los hechos que se conocen o se deducen a su conveniencia.
Ahora que llega el estreno de El Código Da Vinci, a la Iglesia Católica se le viene encima una polémica añadida porque millones y millones de personas verán el filme y, aunque personalmente las teorías que desvela, me parecen bastante descabelladas, muchos las creerán a pies juntillas.
Por cierto, ahora que se pondrá de moda con la película el famoso cuadro de Leonardo Da Vinci, La Última Cena, si te intentan vender el cuadro original, desconfía. El original se encuentra en el convento dominicano de Santa María delle Grazie en Milán. De modo que si no va en un trozo de piedra, no es el auténtico.
La imagen del fresco de Leonardo Da Vinci, La Última Cena la encontré en El Rincón del Vago, aunque la imagen contiene un rótulo que referencia a la Bridgeman Art Library, aunque no he encontrado el enlace correspondiente.
Se trata en resumen de una visión del Evangelio desde el punto de vista de Judas Iscariote, el apóstol que, según la tradición cristiana, traicionó a Jesucristo, vendíendolo por 30 monedas.
Según las informaciones, parece ser que se van a anunciar algunas sorpresas. De hecho la revista National Geographic tiene previsto lanzar un número extra sobre el tema.
Hasta aquí la información resumida que, básicamente, he extraído de las fuentes reseñadas.
Creo que la Iglesia debería de una vez por todas hacer una completa revisión de todos los textos que se refieren a la vida y milagros, nunca mejor dicho, de Jesucristo para ofrecer una visión menos parcial e interesada de lo que ocurrió o no llegó a ocurrir. Quizás en ese momento llegaríamos a comprender muchas de las claves que permanecen ocultas o durmiendo en el terreno de la fé.
A mi personalmente, la figura de Jesucristo, cuya existencia, recordemos, no ha sido probada científicamente, me parece apasionante, sea el compendio de la vida de varios hombres a lo largo de algún tiempo o de uno sólo, según reza la tradición, pero la filosofía que a grandes rasgos encierran sus enseñanzas creo que, encendieron una llama que desgraciadamente muchos intentan apagar, distorsionando los hechos que se conocen o se deducen a su conveniencia.
Ahora que llega el estreno de El Código Da Vinci, a la Iglesia Católica se le viene encima una polémica añadida porque millones y millones de personas verán el filme y, aunque personalmente las teorías que desvela, me parecen bastante descabelladas, muchos las creerán a pies juntillas.
Por cierto, ahora que se pondrá de moda con la película el famoso cuadro de Leonardo Da Vinci, La Última Cena, si te intentan vender el cuadro original, desconfía. El original se encuentra en el convento dominicano de Santa María delle Grazie en Milán. De modo que si no va en un trozo de piedra, no es el auténtico.
La imagen del fresco de Leonardo Da Vinci, La Última Cena la encontré en El Rincón del Vago, aunque la imagen contiene un rótulo que referencia a la Bridgeman Art Library, aunque no he encontrado el enlace correspondiente.
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