La jugarreta que ETA le ha hecho al PP

Quizás pienses que he estado meditando antes de comentar mi opinion sobre el inicio del alto el fuego permanente de ETA que comenzó hace un par de días y que he estado analizando y leyendo todas las opiniones antes para hacerme una buena composición de lugar. Nada más lejos de la realidad. La prosaica respuesta es que no he tenido tiempo a sentarme tranquilamente a escribir. He estado muy liado y es ahora cuando puedo escribir esto que lees.

No quiero ser uno de más de los innumerables enterados que hablen del tema porque se ha dicho ya casi de todo. ETA desde luego tuvo mucha suerte o mucha habilidad al evitar hacer coincidir la llegada de Rocio Jurado desde Houston a Madrid para restablecerse en un hospital español de cuya dolencia le deseo como ser humano que se recupere pronto. Si hubieran coincidido los dos hechos, seguramente hubieran tenido menos cobertura.

Los damnificados de este alto el fuego unilateral son los miembros de la Derecha española que observan con incredulidad como se les esfuma su apuesta fundamental de oposición: por un lado no pueden dejar en la estacada a los acólitos que con tanto denuedo han animado y encendido las batallas entre víctimas, con el Gobierno, con sus planteamientos paranoides sobre la autoria del 11-M, pero, por otro lado, no pueden mostrarse como insensatos y mirar para otro lado e incluso con animadversión a una puerta abierta a algo que todavía no sabemos que nos deparará, pero que nos ofrece un horizonte abierto en un lugar donde antes no había nada.

El PP sabe que si se materializa el alto el fuego y se obtiene la tan ansiada paz, sus opciones en las elecciones próximas y futuras no tendrían buena pinta y con la boca pequeña están apoyando al Gobierno, pero mirando con el rabillo del ojo a la posibilidad de que se rompa el alto el fuego permamente anunciado con los etarras. Supongo que entre los populares observaremos con el paso de los días las diferencias entre los proclives a la consecución de la paz y los partidarios de no ofrecer al enemigo ni agua y esta situación puede tensarse demasiado con la amenaza de una ruptura lo que alejaría todavía más a la Derecha del Gobierno.

El fenomenal humorista Federico Jiménez Losantos anda estos días desquiciado. Se cae como un castillo de naipes todo el entramado que había construido en torno a ETA, al Gobierno encamado con la organización terrorista, al PSOE y a sus socios. Va a tener que cambiar de rumbo si quiere mantener algo de credibilidad en lo que dice porque, aunque con las lógicas reservas que la nueva situación nos ofrece, nos encontramos ante un nuevo panorama donde se vislumbra la esperanza.

No voy a repetir aquí las respuestas del Presidente del Gobierno, pero me parecen muy acertadas en todos los sentidos y dan al traste con todas las acusaciones infundadas de la oposición y de su séquito mediatico que querían hacernos creer que se iba a negociar por nada.

Será necesario el paso del tiempo para verificar si el alto el fuego se mantiene, si los terroristas dejan definitivamente las armas y se sientan a tratar democráticamente sus intereses sin el respaldo de las armas.

En estos momentos mi pensamiento y mi apoyo está y estará siempre con las víctimas con las que espero que se haga justicia sin menoscabo de la oportunidad que se presenta como indicativo de una excelente convivencia democrática que creo que ya nos merecemos después de tantos años.