Dios pierde un dedo en Gran Canaria, pero todavía conserva otros 19

Supongo que estarás a estas alturas ya enterado-a de la que está cayendo por aquí por Canarias. Cosas de la naturaleza que se está vengando de todas las canalladas que le hacemos a diario los humanos.

Los vientos del huracán Delta que nos ha visitado estos días se han llevado un monumento natural que bautizaron como "El dedo de Dios" y que estaba situado en la localidad de Agaete en la isla de Gran Canaria. Realmente había que echarle mucha imaginación para ver un dedo en medio de las rocas, pero como antes de llegar te encuentras multitud de carteles indicativos hacia "El dedo de Dios", supongo que llegas sugestionado y te crees todo. Yo he llevado a varios familiares que han venido a visitar la isla y hay que currarse la explicación para que lleguen a "ver" en esa formación rocosa un dedo, y mucho menos el de Dios. Sobre el bautizo he descubierto hoy que aparecen dos autorías diferentes; por un lado, el diario digital, Canarias ahora, afirma que fue el escritor canario Domingo Doreste el que empezó a llamar a esta formación rocosa "El dedo de Dios", mientras que la edición digital de Canarias 7 asegura que fue Fray Lesco el que popularizo el nombre, aunque también menciona a Domingo Doreste. O quizás yo no lo haya entendido bien y sean la misma persona.

Para que puedas juzgar, aquí está la imagen con el dedo bueno y Aquí está la imagen sin el dedo, con la parte de roca ya caída.

La imagen con la que he ilustrado este post no tiene nada que ver con Agaete, ni con El dedo de Dios, pero tras lo ocurrido, los responsables municipales pueden orientarse preguntando a sus colegas del estado de Victoria en el sur de Australia porque les ocurrió algo parecido. La imagen que ves está al sur de Melbourne, capital del estado, donde se encuentra esta formación. Tuve la suerte de visitarla hace un tiempo y consiste en una serie de rocas grandes que, como ves en la imagen, están algo separadas de la costa. Allí las bautizaron como "Los doce apóstoles". Creo que el que bautizó a estas rocas fumaba lo mismo que el o los que bautizaron "El dedo de Dios"

Este año se les cayó una de las rocas, de modo que ahora hay 11, según parece. Sería interesante saber cómo resolvieron el problema. Ya me imagino a los turistas coñazo, preguntando dónde está el duodécimo apóstol. Fue a por tabaco y ahora vuelve, sería una buena respuesta.

Las soluciones son sencillas. No hay nada que no arregle un poco de imaginación y cemento. A fin de cuentas no son más que simples rocas a las que alguien les puso un nombre.

Sería bueno saber qué hizo el ayuntamiento, gobierno u organismo australiano cuando se les cayó el apóstol. Quizá deberían recibir alguna llamada de Agaete para informarse. De hecho, ellos ahora tienen el mismo problema que tuvieron en las antípodas hace unos meses.