Bye, Bye Word

Hace mucho tiempo que había decidido cambiarme, pero como casi todo mi entorno tenía Word, me resistía a quedar descolgado y ser un raro y un incompatible con el resto. Hoy le he dicho adiós a Word y hola a Open Office, una suite ofimática gratuita de código abierto y por lo que he visto muy interesante y con prestaciones excelentes.

Pasito a pasito voy incorporando en mi ordenador sistemas, programas y complementos de código abierto y de licencia libre. El camino es todavía largo. Pero mi idea es completar la migración a medio plazo. La prueba de fuego será pasarme a Linux, pero eso son palabras mayores para un neófito como yo y muchos que nos manejamos por este mundo con lo imprescindible. La comunidad Linux, debería pensar en facilitar las cosas y crear un entorno más agradable y sencillo para los que como yo, quieren abrazar Linux, pero saben que se ahogarían en el proceloso mar de las configuraciones. Otro hecho que me ata momentáneamente a Windows es que en audio y vídeo, los programas que necesito para manejarme en el podcasting, quedan todavía un tanto en pañales. Y no digo nada del vídeo. Creo que todo mejorará y que poco a poco Linux se convertirá en el sistema operativo mayoritario, pero eso si, una vez que la configuración, software y herramientas estén a la altura de la empresa de Redmon.

Los drivers son cuestión aparte. En linux es complicado encontrarlos, aunque no imposible.

Algo que siempre me he preguntado en mi ignorancia informática es ¿por qué los drivers vienen aparte del hardware al que hacen funcionar? ¿No sería mucho más sencillo integrarlos en un chip dentro del aparatito para evitar quebraderos de cabeza? No sé si esto será posible, pero me llama la atención algo, que supuestamente tiene una solución tan sencilla.